martes, 23 de enero de 2024

COMPRENDIENDO LA PALABRA

¡Se haga en mí Tu voluntad, mi Dios!

“Padre Mío, en tus manos pongo mi espíritu” (Lc 23,46). Es la última oración de nuestro Maestro, de nuestro Bien-Amado… Que pueda ser la nuestra… Que sea la oración no sólo la de nuestro último instante, sino la de todos nuestros instantes”.

“Padre mío, me pongo entre Tus manos. Mi Padre, me abandono a Ti, me confío a Ti Haz de mí lo que quieras. Lo que hagas de mí te lo agradezco,

estoy dispuesto a todo, lo acepto todo, con tal que Tu voluntad se haga en mí, en todas Tus criaturas, en todos Tus hijos, en todos los que Tu Corazón ama. No deseo nada más, Dios mío. Pongo mi alma en Tus manos. Te la doy, Dios mío, con todo el amor de mi corazón, porque Te amo, y porque para mí amarte es darme, entregarme en Tus manos sin medida. Me pongo en Tus manos con infinita confianza, porque Tú eres mi Padre…”.



San Carlos de Foucauld (1858-1916)
ermitaño y misionero en el Sahara
Meditaciones sobre el Evangelio (Écrits spirituels de Charles de Foucauld, ermite au Sahara, apôtre des touaregs, Gigord), trad. sc©evangelizo.org

No hay comentarios:

Publicar un comentario