viernes, 4 de marzo de 2016

ORACIONAL CERCO DE LA MISERICORDIA - IV NOCHE



CERCO DE LA MISERICORDIA
COMUNIDAD PIEDRAS VIVAS
Parroquia San Miguel Arcángel

¡Paz y Bien, Familia!

La “cuarta noche” del Cerco de la Misericordia nos encuentra reunidos nuevamente en verdaderos “cenáculos de Amor”
Cientos de Familias están compartiendo la Gracia que brota del Corazón Misericordioso de Jesús.
Somos testigos privilegiados de verdaderas transformaciones que acontecen “puertas adentro” de nuestros hogares.

La noche de hoy nos conduce más allá de los limitados horizontes que marcamos y nos fijamos.
Nuestro horizonte va más allá porque Jesús quiere llevarnos más allá.
Es la invitación de ir “mar adentro” y, en aguas profundas, sumergimos en unas Llagas de Infinita Misericordia!

El “cerco de la Misericordia” nos muestra que la “Ternura de Dios” no reconoce tiempos, ni espacios.
Que la Gracia nos alcanza siempre porque un Buen Padre permanece de brazos abiertos.

Esta noche estaremos meditando dos nuevas “obras de misericordia”.
Vestir al desnudo
PERDONAR al que nos ofende.

Más cerca de lo que imaginamos existen personas DESNUDAS.
Están a nuestro lado y no lo percibimos.
Desnudas de AMOR.
Desnudas de FE.
Desnudas de ESPERANZA.

Más cerca de lo que imaginamos existen personas “encadenadas” a la falta de perdón.
Verdadera tortura sufre el hombre que, herido por la ofensa, padece diariamente el no poder decir “te perdono”

Anhelamos que ésta CUARTA NOCHE DE CERCO no solo un tiempo de encuentro con Jesús sino también una noche de PERDÓN Y RECONCILIACIÓN

Y como siempre sugerimos “preparar en el corazón del hogar” un espacio oracional.
Recuerden que somos un todo, una unidad, por eso, para que todo nuestro ser “comprenda desde lo más exterior” que éste momento es “especial” les invitamos a preparar con esmero un “espacio oracional”

¡En el centro del “altar familiar” LA PALABRA, siempre La PALABRA!

¡Que no falte la Luz!, -Jesús es la Luz que todo lo penetra!- y un pequeño cirio encendido nos recordará siempre la presencia silenciosa de Aquel que arde de Amor por cada uno de nosotros.
Sería oportuno disponer de un ícono de Jesús Misericordioso y no olviden tener a mano el Rosario;
Si lo más externo está dispuesto llegó la hora de entrar silenciosamente en ése lugar sellado con el agua bautismal… ¡nuestro sagrario interior!

¡Dios Bendiga este Cerco!
¡Lluvia de Gracias,
querida Familia Piedras Vivas!




MAS ALLA DE LA JUSTICIA, LA MISERICORDIA Y EL PERDON

Vestir al desnudo.
PERDONAR AL QUE NOS OFENDE


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GUÍA Noche 4
BIENVENIDA

Estamos transitando un tiempo fuerte de gracia,
Estamos viviendo en familia una Cuaresma Especial.
Una cuaresma inserta en un año jubilar.
Un año de gran belleza y bendición.
No es ésta una noche más.
Estamos además viviendo las 24 HORAS DEL SEÑOR.
24 HORAS DE ADORACIÓN EUCARÍSTICA
Hombres y mujeres de Fe nos unimos en éste día,
A la iniciativa del Papa Francisco
Y así, podemos decir que somos cientos, somos miles,
que hoy, durante 24 horas,
Conformamos un inmenso coro de alabanza,
De adoración e intercesión
El Corazón de Dios late de Amor por nosotros,
El Corazón de Dios se abre al contemplar hijos,
Pequeños y humildes hijos diciendo al Padre
“Te amamos! Te necesitamos, Padre!
Sin Tu asistencia estamos huérfanos!
Entremos confiados y dejemos que el Amor nos abrace.

CANTO
DIOS ENVIO A SU HIJO AMADO, PARA MORIR EN MI LUGAR
EN LA CRUZ PAGÓ POR MIS PECADOS, Y EL SEPULCRO VACÍO ESTÁ,
PORQUE ÉL VIVE!
PORQUE ÉL VIVE, TENEMOS ESPERANZA,
PORQUE EL VIVE TEMOR NO HAY
Y BIEN YO SE QUE MI FUTURO,
ESTA EN LAS MANOS DE MI JESUS QUE VIVO ESTA.
UN DÍA VOY, A CRUZAR LOS RÍOS Y VERÉ ASÍ; UN CIELO DE LUZ.
Y VERÉ ALLÁ EN PLENA GLORIA, QUE VICTORIOSO, VIVE Y REINA MI JESÚS.



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PRESENTACIÓN DEL TEMA
1

Nuestras ciudades, nuestras provincias, nuestro país…
El mundo entero enfrenta en estos tiempos
La difícil tarea de comprender qué está pasando.
Todo pareciera estar dado vueltas.
Bien podríamos cantar con María Elena Walsh
“el mundo del revés”
¿Cómo combinar en éste mundo de diferencias e indiferencias,
La Justicia y la misericordia?
Asistimos a diario a acontecimientos que turban y revelan nuestras entrañas.
Y así, aún resonando en nosotros, las palabras de nuestro Salvador,
Nos resulta difícil conjugar justicia y misericordia.
¡Eso vinimos a aprender en ésta noche!
Un grito emerge desde seno mismo del Cerco:
¡Señor, queremos ir más allá de la justicia!
Queremos ir donde la misericordia y el perdón se abrazan y se besan.
Queridos, Más allá de la justicia, está la misericordia y el perdón.
Más allá de nuestras limitadas y pobres concepciones
El Corazón de Dios se abre para mostrarnos el camino.
Despertemos nuestro cuerpo
Y marquémoslo con el sello de la Redención.
CANTO
En Nombre del Padre, del Padre y del Hijo, y del Santo Espíritu, estamos aquí!
Para ALABAR y AGRADECER; BENDECIR Y ADORAR, estamos aquí, Señor;
¡EN TORNO A TU ALTAR!.
Para ALABAR y AGRADECER; BENDECIR Y ADORAR, estamos aquí, Señor;
¡DIOS TRINO DE AMOR!



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INVOCACION ESPIRITU SANTO
2

Nos persignamos diciendo:
+ ¡Abre, Señor mi mente!
+ ¡Abre, Señor, mis labios!
+ ¡Abre, Señor mi corazón;
Para que pueda recibir y anunciar Tu Palabra!

Soplaba sobre las aguas,
Soplaba cuando existía desorden.
Soplaba sobre el caos inicial;
Soplaba sobre lo que aún buscaba ser.

ESPÍ_RITU,   ESPÍ_RITU_U_U,   Espíritu Santo de Dios!
Ven a incendiar, ven a consolar, ¡Ven a llenarnos de Ti!

Soplaba sobre los mares,
Y Soplaba también sobre los llanos.
Soplaba en las altas montañas;
Y sobre las verdes praderas..
Soplaba sobre los grandes animales y las fieras salvajes.
Soplaba sobre las ondulantes estepas…

ESPÍ_RITU,   ESPÍ_RITU_U_U,   Espíritu Santo de Dios!
Ven a incendiar, ven a consolar, ¡Ven a llenarnos de Ti!

El Padre o Madre de Familia que preside:

Ven, Espíritu Santo, tiernísimo Consuelo.
Nuestra alma suspira por Ti,
Nuestro corazón tiene sed de Ti.
Solamente Tú puedes saciar nuestros deseos,
Solamente Tú puedes hacernos felíz.
Divino Espíritu Santo,
No rechaces la morada de nuestros pobres corazones.

VARONES
Sí, nuestro corazón es impuro
MUJERES
Pero puedes purificarlo
VARONES
Nuestro corazón es tenebroso
MUJERES
Pero puedes iluminarlo
VARONES
Nuestro corazón es malo
MUJERES
Pero puedes saciarlo de amor
VARONES
Nuestro corazón es triste
MUJERES
Pero puedes consolarlo


ESPÍ_RITU,   ESPÍ_RITU_U_U,   Espíritu Santo de Dios!
Ven a incendiar, ven a consolar, ¡Ven a llenarnos de Ti!

MUJERES
Nuestro corazón es débil
VARONES
Pero puedes fortalecerlo
MUJERES
Nuestro corazón es frío
VARONES
Pero puedes encenderlo
MUJERES
Nuestro corazón es terrenal
VARONES
Pero puedes llenarlo de deseos celestiales.
MUJERES
Nuestro corazón es pecador
VARONES
Pero puedes adornarlo con todas las virtudes
MUJERES
Nuestro corazón es inconstante
VARONES
Pero puedes tornarlo perseverante.
Padre Familia
¡Ven, pues, Oh Espíritu Santo,
Padre de los pobres, ven!
Inunda a Tu pueblo de Tu Amor! Amén


ESPÍ_RITU,   ESPÍ_RITU_U_U,   Espíritu Santo de Dios!
Ven a incendiar, ven a consolar, ¡Ven a llenarnos de Ti!

Aquel que es el Morada de Dios entre los hombres,
El divino Espíritu, está aquí,
Abrazando y tocando la vida de cada uno de nosotros.
Ese Espíritu está aquí, Actuando con Poder

Las mujeres de la Familia piden:
Señor, Que nuestros varones,
Nuestros padres, esposos, hijos y hermanos
Sean, a ejemplo de San José,
Engendrados en la Justicia y la Verdad,
La humildad y la mansedumbre.
Que sus caminos siempre conduzcan al perdón y la reconciliación;
Que encuentren las Gracias que necesitan
Para ser dignos de portar el nombre de cristianos!

Los varones de la Familia piden:
Señor, Que nuestras mujeres,
Niñas y jóvenes,
Nuestras madres, esposas y hermanas
Sean, a ejemplo de María Santísima,
Engendradas en la Fe y la esperanza,
En la respuesta gozosa y la confianza;
Que nada apague la llama de la ternura;
Que encuentren siempre caminos de justicia,
Que en los momentos de dolor,
Sus rodillas se inclinen a los pies del madero de la Cruz;
Y el corazón traspasado encuentre alivio y consuelo
En el Corazón Maternal de nuestra Madre del Cielo.



           
FAMILIA
Santísima Trinidad, Padre, Hijo, Espíritu Santo.
Te adoramos profundamente,
Te ofrecemos el preciosísimo Cuerpo, Sangre y Divinidad
de Jesucristo presente en todos los sagrarios de la tierra,
En reparación por los ultrajes,
Sacrilegios e indiferencias con que Él es ofendido.
Y, por los infinitos méritos de su santísimo corazón
Y del Inmaculado Corazón de María,
Te pedimos nuestra conversión y la conversión del mundo entero.




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FRENTE AL SANTISIMO SACRAMENTO
3

(Sólo si la celebración la estás viviendo comunitariamente delante del Santísimo Sacramento en una Iglesia o capilla te invitamos a cantar…

Quiero alabarte sin parar todos los días,
Que tu presencia sea el anhelo de mi vida.
Yo quiero hacer tu voluntad Señor, yo te quiero agradar,
Yo quiero darte siempre el primer lugar.
SI TU ERES EL REY, EL REY DE MI VIDA;
EL NÚMERO UNO EN MI CORAZÓN,
A TI YO TE RINDO TODO LO QUE SOY

Si estás en tu hogar recita el Salmo 23

Hubo una mujer atrevida y dolida
No le conocemos Su Rostro,
Difícil resulta imaginar su sonrisa,
No sabemos que cargaba su interior
Solo sabemos que tenía sed
Sed de pureza, sed de paz, sed de consuelo…
Sabemos que ella existió,
sabemos que hubo una mujer así…

Su Nombre no revela nada. Solo sabemos su procedencia,
Lo que revela quien ella es, son sus ojos.
¿Acaso la tristeza del alma no imprime tristeza en la mirada?
¿Es posible esconder lo que adentro está guardado?

Señor, estás aquí.
Y nosotros estamos aquí.
Has construido en ésta noche un nuevo pozo…
Tenemos en las entrañas las mismas entrañas de Samaría…
Nuestra vida huele a desierto,
Nuestro corazón tiene los silencios de la soledad,
Resecos están nuestros sentimientos,
Como quebrada está la tierra carente de agua.

¿Acaso nuestros corazones… no tienen grietas sobre grietas?
Han pensado que hoy posiblemente sea alguno de nosotros,
Quienes estemos rodeando el pozo.
¿No somos nosotros quienes estamos sedientos de amor?
No es, acaso, nuestra vida, la que está completamente seca,
Vacía, sin nada…
Miremos con los ojos del Alma al Crucificado
Miremos al que traspasado, se ha hecho alimento.
Miremos al que herido, está sanando.
Al que humillado, nos está levantando.
Miremos al que abierto su pecho
Derrama sobre nosotros, en ésta noche,
Un manantial de Agua Viva…

(Hacemos un breve silencio)




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ORACIÓN A LOS PIES DEL SEÑOR
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Si la celebración es comunitaria, frente al Santísimo, puestos de rodillas.
Si estamos en nuestros hogares, puestos de rodillas, podemos hacer un momento de silencio, cerrar los ojos y contemplar con el Corazón el Sagrario que acostumbramos visitar. Imaginamos que nuestro corazón está en ése lugar en éste momento y recitamos la oración
•  Jesús, que estás aquí en el Santísimo Sacramento,
Orando por nosotros,
Te pido así como lo hicieron los apóstoles:
¡Enséñame a rezar!

•  A Ti, que concedes el agua viva que brota hasta la vida eterna.
Te pido como la samaritana:
¡Danos siempre de esa agua!

•  A Ti que eres la luz que ilumina a todo aquel que viene a este mundo, te pido como el ciego de nacimiento: “Señor, que yo vea!”

•  A Ti a quien Dios, Tu Padre, te dio todo el poder en el cielo y en la tierra. Te pido como el leproso del Evangelio: “Si quieres, puedes curarme!”

•  A Ti a quien Te rinde obediencia el mar y el viento, Te suplicamos como los apóstoles en la noche de la tempestad: “Señor, sálvanos porque perecemos!”

•  A Ti que en la noche de la agonía dijiste: “Oh Padre, que no se haga mi voluntad sino la Tuya!. Te suplicamos que podamos aceptar y realizar siempre con alegría y paz aquello que es voluntad de Dios para con nosotros.
Amén



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LITURGIA DE LA PALABRA
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Tomamos nuestras Biblias y buscamos en el
Libro del profeta OSEAS, capítulo 11
Versículos 1 al 9

Cuando Israel era niño, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.
Pero cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí; ofrecían sacrificios a los Baales y quemaban incienso a los ídolos.
¡Y yo había enseñado a caminar a Efraím, lo tomaba por los brazos! Pero ellos no reconocieron que yo los cuidaba.
Yo los atraía con lazos humanos, con ataduras de amor; era para ellos como los que alzan a una criatura contra sus mejillas, me inclinaba hacia él y le daba de comer.
Efraím volverá a Egipto y Asiria será su rey, porque rehusaron volver a mí.
La espada hará estragos en sus ciudades, destrozará los barrotes de sus puertas y los devorará a causa de sus intrigas.
Mi pueblo está aferrado a su apostasía: se los llama hacia lo alto, pero ni uno solo se levanta.
¿Cómo voy a abandonarte, Efraím? ¿Cómo voy a entregarte, Israel? ¿Cómo voy a tratarte como a Admá o a dejarte igual que Seboím? Mi corazón se subleva contra mí y se enciende toda mi ternura: no daré libre curso al ardor de mi ira, no destruiré otra vez a Efraím. Porque yo soy Dios, no un hombre: soy el Santo en medio de ti, y no vendré con furor.

Palabra de Dios.


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SALMO
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Buscamos en nuestras Biblias el Salmo 25
Del Antiguo Testamento, tomamos el libro de los salmos.
Y buscamos el SALMO 25

A ti, Señor, elevo mi alma,
Dios mío, yo pongo en ti mi confianza;
¡que no tenga que avergonzarme
ni se rían de mí mis enemigos!

Ninguno de los que esperan en ti
tendrá que avergonzarse:
se avergonzarán los que traicionan en vano.

Muéstrame, Señor, tus caminos,
enséñame tus senderos.

Guíame por el camino de tu fidelidad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador,
y yo espero en ti todo el día.

Acuérdate, Señor, de tu compasión y de tu amor,
porque son eternos.
No recuerdes los pecados ni las rebeldías de mi juventud:
por tu bondad, Señor, acuérdate de mi según tu fidelidad.

El Señor es bondadoso y recto:
por eso muestra el camino a los extraviados;
él guía a los humildes para que obren rectamente
y enseña su camino a los pobres.

Todos los senderos del Señor son amor y fidelidad,
para los que observan los preceptos de su alianza.
¡Por el honor de tu Nombre, Señor,
perdona mi culpa, aunque es muy grande!

¿Hay alguien que teme al Señor?
Él le indicará el camino que debe elegir:
su alma descansará feliz
y su descendencia poseerá la tierra.

El Señor da su amistad a los que lo temen
y les hace conocer su alianza.
Mis ojos están siempre fijos en el Señor,
porque él sacará mis pies de la trampa.

Mírame, Señor, y ten piedad de mí,
porque estoy solo y afligido:
alivia las angustias de mi corazón,
y sácame de mis tribulaciones.

Mira mi aflicción y mis fatigas,
y perdona todos mis pecados.
Mira qué numerosos son mis enemigos
y qué violento es el odio que me tienen.

Defiende mi vida y líbrame:
que no me avergüence de haber confiado en ti;
la integridad y la rectitud me protegen,
porque yo espero en ti, Señor.

Salva, Dios mío, a Israel
de todas sus angustias.




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Escuchando al Santo Padre
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Ante la visión de una justicia como mera observancia de la ley que juzga, dividiendo a las personas en justos y pecadores, Jesús se inclina a mostrar el gran don de la misericordia que busca a los pecadores para ofrecerles el perdón y la salvación… Jesús afirma que, de ahora en adelante, la regla de vida de sus discípulos deberá ser la que da el primado a la misericordia, como el mismo testimonia compartiendo la mesa con los pecadores. La misericordia, una vez más, se revela como dimensión fundamental de la misión de Jesús…
Jesús en cambio, va más allá de la ley; su compartir con aquellos que la ley consideraba pecadores permite comprender hasta dónde llega su misericordia.

La conversión de san Pablo a Cristo lo condujo a ampliar su visión precedente… El juicio de Dios no lo constituye la observancia o no de la ley, sino la fe en Jesucristo, que, con su  muerte y su resurrección, trae la salvación junto con la misericordia que justifica. La justicia de Dios se convierte ahora en liberación para cuantos están oprimidos por la esclavitud del pecado y sus consecuencias. La justicia de Dios es su perdón…
Nos será inútil en este contexto recordar la relación existente entre justicia y misericordia. No son dos momentos contrastantes entre sí, sino un solo momento que se desarrolla progresivamente hasta alcanzar su ápice en la plenitud del amor…
La misericordia no es contraria a la justicia, sino que expresa el comportamiento de Dios hacia el pecador, ofreciéndole una ulterior posibilidad para examinarse, convertirse y creer… Si Dios se detuviera en la justicia, dejaría de ser Dios; sería como todos los hombres que invocan respeto por la ley.
La justicia por sí misma no basta, y la experiencia enseña que apelando solamente a ella se corre el riesgo de destruirla. Por eso, Dios va más allá de la justicia con la misericordia y el perdón. Esto no significa restarle valor a la justicia o hacerla superflua, al contrario. Quien se equivoca deberá expiar la pena. Solo que este no es el fin, sino el inicio de la conversión, porque se experimenta la ternura del perdón. Dios no rechaza la justicia. Él la engloba y la supera en un evento superior donde se experimenta el amor que está en la base de una verdadera justicia… Esta justicia de Dios es la misericordia concedida a todos como gracia en razón de la muerte y la resurrección de Jesucristo. La cruz de Cristo, entonces, es el juicio de Dios sobre todos nosotros y sobre el mundo, porque nos ofrece la certeza del amor y de la vida nueva.



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INTENCIONES
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A cada intención respondemos:
¡Señor de la Paciencia, te rogamos que conviertas nuestro corazón de piedra en un corazón sensible


•        Protege al papa Francisco y haz que su testimonio valiente de la misericordia de Dios sirva de unión entre todos los pueblos. Oremos…
•        Te pedimos que la misericordia sea la regla de vida de todos los discípulos de Jesús, reunidos en la Iglesia. Oremos…
•        Enséñanos a ser justos, pero, sobre todo, ayúdanos a ser misericordiosos con nuestros hermanos. Oremos…
•        Padre, te suplicamos que salves nuestras almas, liberándolas de todas nuestras limitaciones, para que los frutos de nuestras obras sean manifestaciones de tu amor. Oremos…
•        Te pedimos que cambies nuestras decisiones egoístas, nuestra arrogancia, nuestra tristeza y toda huella negativa que se encuentre en nuestro interior. Oremos.
•        Te pedimos perdón por todos aquellos a quienes hemos herido, para que, por la intercesión de Jesús Misericordioso, nos ayudes a reconciliarnos con ellos y sanar sus heridas. Oremos…




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ENSEÑANZA
Obras de Misericordia
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Enseñanza referida a OBRAS DE MISERICORDIA:

«Las obras de misericordia son variadísimas; así todos los cristianos que lo son de verdad, tanto ricos como pobres, tienen ocasión de practicarlas, en la medida de sus posibilidades; y aunque no todos puedan ser iguales en la cantidad que dan, todos pueden serlo en su buena disposición». San León Magno se refería así a la importancia que tienen las obras de misericordia para los católicos. Obras que consisten en introducir en el corazón las miserias y necesidades ajenas (miser-cor), hacerlas propias y actuar en consecuencia. La Iglesia propone catorce, en las que se resume el vivir cotidiano.

Esta semana procuraremos vivir particularmente dos:

VESTIR AL DESNUDO
Cuarta Obra de Misericordia en Mt. 25. Ningún otro santo ha entrado tanto en la memoria popular como San Martín de Tours con el manto que partió y donó a un mendicante. Según la tradición más famosa en torno a su vida, esto habría sucedido en el invierno de 337, cuando Martín encuentra cerca de la puerta de la ciudad a un mendigo tiritando de frío y le da la mitad desu capa, pues la otra mitad pertenece al ejército romano en el que sirve. En la noche siguiente, Cristo se le aparece vestido con la media capa para agradecerle su gesto. Sin duda se trata de una realización concreta de esta obra de misericordia. Martín no sabía que en el pobre y mendicante encontraba al mismo Cristo.
         En la Biblia, la desnudez es negativa y fruto del pecado (cf. Gn. 3,7: “Entonces se abrieron los ojos de los dos y descubrieron que estaban desnudos. Por eso se hicieron unos taparrabos, entretejiendo hojas de higuera.”), es propia del esclavo que es vendido (Gn. 37, 23: José es despojado de su vestidura antes de ser arrojado a la cisterna), del encarcelado y del enfermo mental que vive en condición de alienación (El endemoniado de Gerasa en Mc. 5, 1-20). En particular, se trata de la desnudes humillante del marginado tal como se encuentra en el libro de Job, cuando habla de los pobres en estos términos:
 Pasan la noche desnudos, por falta de ropa, sin un abrigo para taparse del frío.(…)  Andan desnudos, por falta de ropa, cargan las gavillas, y están hambrientos.” (Job 24,7.10)
            De hecho, la Biblia propone una actitud de compasión para con la desnudez al aconsejar: “Comparte…tu ropa con el que está desnudo” (Tobías 4,16) y alabar al que “viste al desnudo” (Ez.18,16) y al que “cubre a quien ve desnudo” (Is. 58,7) Por eso, en el juicio final, tal acción es vista como una obra de misericordia, según Mt.25,36.
            En contraste con la desnudez, para la Biblia el vestido es signo de la condición espiritual del hombre. Con el color blanco indica su dimensión escatológica salvadora como marca de los seres asociados a Dios. El libro del Apocalipsis, en la descripción del mundo celeste, subraya con más insistencia estas características presentes en toda la Escritura para describir a los seres venidos del cielo. En este contexto, el contraste entre el “joven desnudo” (Mc. 14,51)-símbolo de la muerte de Jesús- y el “joven vestido de blanco” (Mc. 16,5)-anunciador de la resurrección de Jesucristo- sugiere plásticamente el significado profundo del “vestir al desnudo” de Mt. 25,36: al creer en la resurrección, el joven se “viste (¡de blanco!)” como signo de su esperanza plena.
            La tradición paulina, además, subrayará con fuerza la desnudez en cuanto expresión “del hombre viejo”, la cual desaparece gracias a que: “se han revestido de la nueva condición que se va renovando a imagen de su Creador” (Col. 3,10; Ef 4,24), por mediación de la fe y el bautismo por el cual “se han revestido de Cristo” (Gal. 3,27). Además no podemos olvidar que ni “la desnudez nos podrá separar de Cristo” (Rom. 8,5), dado que “no queremos ser desvestidos, sino revestidos para que lo mortal sea absorbido por la vida” (2 Cor 5,4)
VESTIR AL DESNUDO: Aquí, entre nosotros, no encontrarás muchos desnudos que vestir. Suelen estar muy lejos. Quizá haya otro tipo de vestiduras: la vestidura del honor, del respeto, de la protección. Siempre tendrás que cubrir la desnudes del prójimo con el manto de la caridad. Hay otro problema relacionado con esta Obra de Misericordia. Hay algo mucho más grave que no vestir al desnudo: es el desnudar al vestido. Esto es ya tema de la virtud de la justicia. Y atentos; son muchos millones a los que estamos desnudando.

PERDONAR AL QUE NOS OFENDE

La historia de la revelación Bíblica es la historia de la revelación de Dios “Capaz de perdonar” afirmación que supone la superación de la “Ley del Talión” (“Ojo por ojo, diente por diente” Ex. 21,24) y se realiza plenamente con Jesucristo:
    “Han oído que se Ustedes han oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo" y odiarás a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos?”(Mt 5,44)
         Este texto fundamental del cristianismo se presenta de forma única como “una absolutización extrema” del amor a los enemigos, presente de manera genérica en el judaísmo y en algunas otras religiones y filosofías (budismo, taoísmo, hinduísmo, mundo griego estoico…)] La diferencia con estas últimas radica en la concepción cristiana de Dios, manifestado en Jesús, queactúa de modo singular en la historia. De hecho, el postulado extremo de amor a los enemigos responde especialmente al amor extremo de Dios en Jesús, el cual “habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo” (Jn. 13,1)
         No se puede negar que, desde el punto de vista humano, el amor a los enemigos es seguramente la prescripción más exigente de Jesús, siendo considerada desde antiguo como el signo distintivo de la vida y de la conducta cristiana. Se trata de un mandamiento que expresa lo más nuevo y propio del cristianismo, ya que “quien no ama a quien odia, no es cristiano” (Clemente, Segunda Carta 13), pues el amor a los enemigos “es ley fundamental” (Tertuliano “De Paciencia”, 6) y “la suprema esencia de la virtud” (Juan Crisóstomo, In Mathaeum 18,3).
         Por eso para Santo Tomás de Aquino, el perdón ce los enemigos “pertenece a la perfección de la caridad” (Summa Theologiae II-II, q.25 a.8) De ahí la importancia del perdón para realizar esta obra de misericordia, bien manifiesta en la oración del Padrenuestro cuando invoca: “perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden” (Mt. 6,12).
         Aquí también tiene una importancia decisiva el sacramento de la penitencia o de la reconciliación, sobre el cual el papa Francisco con motivo del Año Jubilar de la misericordia recuerda que:
“Muchas personas están volviendo a acercarse al sacramento de la Reconciliación y entre ellas muchos jóvenes, quienes en una experiencia semejante suelen reencontrar el camino para volver al Señor, para vivir un momento de intensa oración y redescubrir el sentido de la propia vida. De nuevo ponemos convencidos en el centro el sacramento de la Reconciliación, porque nos permite experimentar en carne propia la grandeza de la misericordia. Será para cada penitente fuente de verdadera paz interior. Nunca me cansaré de insistir en que los confesores sean un verdadero signo de la misericordia del Padre.” (MV N° 17)
         Convendría recuperar, por su valor intrínseco, como introducción a la eucaristía y como expresión concreta de la condición pecadora de la comunidad cristiana (cf LG 8), la preparación penitencial presente en los ritos iniciales de la eucaristía, cuando el pueblo de Dios se dirige a su Señor reconociéndose pecador y preparándose a acoger el Don de Dios. Se trata de un “acto penitencial”, frecuentemente unido a la triple invocación de “Señor/Cristo/Señor ten piedad/misericordia”, en que pastores y fieles conjuntamente se reconocen pecadores. Según la “Instrucción General del Misal Romano 1970”, este acto comporta una dinámica de reconciliación digna de ser subrayada: “El sacerdote invita al acto penitencial, que es realizado por toda la comunidad mediante una confesión general y que concluye el sacerdote con la absolución” (IGMR N° 29).
En este contexto, se hace evidente la razón por la cual, para el Gran Jubileo del año 2000, la Comisión Teológica Internacional publicó “Memoria y Reconciliación. La Iglesia y las culpas del pasado”, donde se explicita su dimensión eclesial:
 “…su petición de perdón no debe ser entendida como ostentación de humildad ficticia, ni como retractación de su historia bimilenaria, ciertamente rica en méritos en el terreno de la caridad, de la cultura y de la santidad. Responde más bien a una exigencia de verdad irrenunciable, que, junto a los aspectos positivos, reconoce los límites y las debilidades humanas de las sucesivas generaciones de discípulos de Cristo». La Verdad reconocida es fuente de reconciliación y de paz (…) la Iglesia «no puede atravesar el umbral del nuevo milenio sin animar a sus hijos a purificarse, en el arrepentimiento, de errores, infidelidades, incoherencias y lentitudes. Reconocer los fracasos de ayer es un acto de lealtad y de valentía». Ello abre para todos un mañana nuevo.” (Memoria y Reconciliación – Conclusión)
PERDONAR LAS INJURIAS: Es de lo más difícil. Somos muy propensos a la venganza y al resentimiento. Por eso Jesús nos dio un ejemplo maravilloso, y nos tomó la palabra en la oración que puso en nuestros labios. Esta es una de las Obras de Misericordia más cristina. Perdona, aunque la ofensa te duela mucho. Perdona setenta veces siete. Perdona, si puedes, hasta olvidar. Perdona y ama. Y perdónate también a ti mismo.



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CORONILLA a Jesús Misericordioso  
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Escribía Santa Faustina:

“Alienta a las personas a decir la coronilla que te he dado…
Quien la recite recibirá gran misericordia a la hora de la muerte.
Deseo conceder gracias inimaginables a aquellos que confían en mi misericordia…”

Presenta en el silencio de tu corazón tus intenciones

CORONILLA DE LA MISERICORDIA

Al comenzar:

PADRE NUESTRO…
AVEMARIA…
CREDO…
CUENTAS GRANDES
Padre eterno, te ofrezco el cuerpo
La sangre, el alma y la divinidad
De tu amadísimo Hijo
Nuestro Señor Jesucristo,
Para el perdón de nuestros pecados
Y los del mundo entero.
CUENTAS PEQUEÑAS
POR SU DOLOROSA PASIÓN,
Ten misericordia de nosotros y del mundo entero
Al finalizar las CINCO DECENAS
Santo Dios, Santo Fuerte,
Santo Inmortal, ten piedad de nosotros
Y del mundo entero

ORACIÓN FINAL (Celebrante)
“Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús
Como fuente de misericordia para nosotros, en ti confío”




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Oración de Protección
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Así como en una alfombra se entretejen y cruzan hilados
De colores diversos, así en el Cerco,
Entretejemos oraciones de perdón, de alabanza,
De adoración, de intercesión.
La presencia Viva del Cordero en Su Iglesia
Es garantía de que, aquello que se pide, se obtiene.
La Sangre derramada en la Cruz de una vez para siempre
Nos protege, nos guarda y nos cuida.

REZAMOS TODOS JUNTOS la ORACIÓN DE SELLAMIENTO.
Invitamos a los que puedan hacerlo,
PONERSE DE RODILLAS.

·       Señor Jesús, hoy quiero que selles mi vida personal con todas mis pertenencias:
·       Yo sello mi salvación con la preciosa sangre de Jesús.
·       Yo sello mis sentimientos, con la preciosa sangre de Jesús, para que todos mis afectos sean cubiertos.
·       Yo sello mis inquietudes con la preciosa sangre de Jesús, para estar seguro de alcanzar la respuesta a mis necesidades.
·       Yo sello mi corazón para que no entre ningún espíritu de rencor, miedo, tristeza, amargura.
·       Yo sello mi voluntad para que esté dispuesta siempre a hacer el bien que yo quiero, y a no hacer el mal que no quiero.
·       Yo sello mi mente para que entre sólo pensamientos que me permitan alcanzar el gozo, la paz, para que cambiando mi manera de pensar, cambie mi manera de vivir.
·       Yo sello con la preciosa sangre de Jesús mi cuerpo para que reciba la salud, sea protegido del pecado, de enfermedades, adulterios y accidentes.
·       Yo sello con la preciosa sangre de Jesús mi pasado para que toda herida que esté haciendo daño quede sanada con tu sangre bendita.
·       Yo sello mi presente para que todas mis actividades sean cubiertas con tu sangre protectora.
·       Yo sello mi futuro para que mis planes y proyectos sean preservados de toda influencia del mal.
·       Yo sello con la preciosa sangre de Jesús mis hijos para que sean protegidos.
·       Yo sello mi economía, enséñame a dar para recibir.
·       Yo sello mi boca para que mis palabras sean de bendición y no de maldición.
·       Yo sello mis oídos para que solo escuche la voz de Dios y así hacer su voluntad.
·       Yo sello mis manos para que trabajen en tu obra y para beneficio de los demás. Amén.                  







G4
Oración Año Jubilar
12

Recemos en dos coros, mujeres y varones,
La oración que el Santo Padre Francisco nos ha propuesto
Para éste año de la misericordia.
·        Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.
·        Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido. Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios!
·        Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso.
·        Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios.
·        Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.
·        Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.


G3
ORACION FINAL
13


Señor de la Paciencia, por el don de tu gracia,
Abres las puertas de nuestro corazón,
Para que podamos experimentar tu consuelo y tu perdón.
Te rogamos que nos ayudes a ser misericordiosos con nuestros hermanos y que,
Por el don de la fe en Jesús, nos traigas la salvación.
¡por tu gran misericordia, perdona nuestras faltas y
Ayúdanos a vivir conforme a tu Palabra!
Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
¡Amén! ¡Aleluya!



G4
Despedida
14

Habiendo reconocido en el Pan Vivo Bajado del Cielo,
La Presencia siempre nueva,
Siempre Santa,
Siempre sublime de Nuestro Señor,
Pedimos la gracia de  poner en acción la misericordia
Viviendo ésta semana dos obras concretas:
Vestir al desnudo.
Perdonar al que nos ofende

+Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en un principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos.
Amén.


Textos: Comunidad Piedras Vivas 2016

jueves, 3 de marzo de 2016

El combate espiritual

Orígenes (c. 185-253), presbítero y teólogo
Homilías sobre Josué 15, 1-4; SC 71 pag. 331-345
El combate espiritual

    Si las guerras (del Antiguo Testamento) no fueran símbolo de las guerras espirituales, pienso que nunca los libros históricos de los judíos se hubieran transmitido a los discípulos de Cristo que ha venido para traer la paz. Nunca los hubieran transmitido los apóstoles como lectura pública en las asambleas. ¿A qué servirían tales descripciones de guerras a aquellos que oyen a Jesús que dice: “La paz os dejo, mi paz os doy”, (Jn 14,27) a aquellos a quienes manda Pablo: “No os toméis la justicia por vuestra mano.” (Rm 12,19) y “¿No sería preferible soportar la injusticia y permitir ser despojados?” (1Cor 6,7)

    Pablo sabe muy bien que ya no tenemos que ganar batallas materiales sino que hay que luchar con gran esfuerzo en nuestra alma contra nuestros adversarios espirituales. Como un jefe de ejército, nos da este precepto a los soldados de Cristo: “Revestios de las armas que Dios os ofrece para que podáis resistir a las asechanzas del diablo.” (Ef 6,11) Y para poder aprovecharnos de los ejemplos de nuestros antepasados en las guerras espirituales, quiso que sea leído en la asamblea el relato de sus hazañas. Así, si somos hombres espirituales, nosotros que sabemos que la ley es “espiritual” (cf Rm 7,14) nos acercamos en estas lecturas a las realidades espirituales en términos espirituales. (cf 1Cor 2,13) Así contemplamos a través de estas naciones que atacaron materialmente al pueblo de Israel, el poder de las “naciones espirituales” enemigas interiores, los espíritus malos que están en el aire (cf Ef 6,12) que levantan las guerras contra la Iglesia del Señor, el nuevo Israel.

RESONAR DE LA PALABRA - 03 MAR 2016

Evangelio según San Lucas 11,14-23. 
Jesús estaba expulsando a un demonio que era mudo. Apenas salió el demonio, el mudo empezó a hablar. La muchedumbre quedó admirada, pero algunos de ellos decían: "Este expulsa a los demonios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios". Otros, para ponerlo a prueba, exigían de él un signo que viniera del cielo. Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: "Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra. Si Satanás lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino? Porque -como ustedes dicen- yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul. Si yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul, ¿con qué poder los expulsan los discípulos de ustedes? Por eso, ustedes los tendrán a ellos como jueces. Pero si yo expulso a los demonios con la fuerza del dedo de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes. Cuando un hombre fuerte y bien armado hace guardia en su palacio, todas sus posesiones están seguras, pero si viene otro más fuerte que él y lo domina, le quita el arma en la que confiaba y reparte sus bienes. El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama. 
RESONAR DE LA PALABRA
Carlos Latorre, cmf
¡Buenos días, amigos!

A veces he oído a personas de buen corazón que dicen: “Ojalá fuera rico o rica, Padre, para poder ayudar más a tantos pobres que no tienen ni para comer ni para vestir, que no tienen trabajo…” La verdad es que para ayudar a otros no hace falta ser rico, basta estar decidido a hacerlo en la medida de las posibilidades que uno tiene. Jesús nos recuerda que el que da un vaso de agua en su nombre tendrá recompensa.

En el calendario de la Iglesia católica tenemos hoy el ejemplo admirable de la familia de un banquero rico de Estados Unidos que inculcó a sus tres hijas la preocupación por los pobres. Catalina Drexel  es santa y la Iglesia nos la propone como modelo de santidad por sus virtudes, sobre todo por su caridad con los pobres.

Francisco A. Drexel, su padre, era un banquero reconocido y hombre de fe. Proporcionó a su familia una vida desahogada.  Su madrastra  Emma Bouvier, educó a  Catalina y a sus dos hermanas en la generosidad. La señora Drexel creía que Dios le otorgó riqueza a la familia para ayudar al prójimo, por eso  frecuentemente se llevaba a sus hijas a que le ayudaran en la distribución de alimentos, medicinas, ropa y dinero para los pobres. Estas experiencias marcaron el futuro de Catalina.

La pasión de su vida fueron las escuelas de los niños indígenas americanos. Preocupada por la gran necesidad en que se encontraban los indios americanos, Catalina le pidió al Papa León XIII, durante una audiencia en 1887, que enviara más misioneros al estado de Wyoming. El papa le respondió, "¿Por qué no te haces tú misionera?”

Fiel a esta llamada, Catalina estableció 145 misiones católicas,  doce escuelas para los nativos americanos y cincuenta escuelas para los afroamericanos. Durante su vida regaló unos veinte millones de dólares, principalmente para estas causas.

En 1935 Catalina sufrió un grave ataque al corazón. Dos años más tarde se retiró y cumplió el deseo de su corazón: dieciocho años dedicados a la vida de oración. Murió en 1955 a la edad de 97 años.

La enorme herencia de Catalina fue distribuida entre las 29 organizaciones benéficas favoritas de su padre. Ni un centavo fue a parar a su propia comunidad. Quería que sus hermanas  vivieran de la fe, confiando en Dios y no en el dinero.

Fue declarada santa en Roma el  1 de octubre de 2000 por San Juan Pablo II.

Veamos ahora qué nos enseña la lectura bíblica de hoy:

Dios recuerda por medio del profeta Jeremías que en ningún momento ha exigido sacrificios ni holocaustos; en cambio, sí ha exigido a su pueblo obediencia y fidelidad. La permanencia en la tierra prometida depende de la obediencia del pueblo a los mandamientos de Dios.

Los contemporáneos de Jesús no negaban su combate incansable contra el mal. ¿Pero de dónde procedía su poder? Sus adversarios decían que estaba endemoniado. Jesús les demuestra que su poder proviene de Dios y que es un poder para hacer el bien a toda la humanidad.

Hoy día también nosotros sufrimos el acoso del Mal en las formas más inesperadas. Pero no estamos solos, basta invocar el NOMBRE SANTO DE JESÚS para defendernos de los ataques del Maligno. No hay que tener miedo, pues con Jesús lo podemos todo.

Vuestro hermano en la fe.
Carlos Latorre
Misionero Claretiano
Comentario publicado en Ciudad Redonda

Buen día, Espíritu Santo!

¡Buen día, Espíritu Santo!
Aunque la mañana parezca una más,
y mi despertar no muestre novedad alguna;
Aunque lo que me espera lo haya transitado una y otra vez,
y nada muestre a mi alrededor indicios de cambio.
Aunque las voces que se levantan dentro y fuera mío,
sean las mismas;
Aunque todo parezca monótono...
Yo creo y espero en Vos!
¡Tú eres la novedad que siempre aguardo!
Tú eres Lo que no cambia y me cambia.
Tú eres el presente siempre nuevo,
Tú eres el que tiene todo poder,
por eso, ¡Ven!, ¡Derrámate en mi vida!
¡Lléname!
¡Permanece!
y al final del día, después de vivir Contigo la jornada,
el principio de mi oración no tenga ya sentido.
¡Amén!


miércoles, 2 de marzo de 2016

ROSARIO DEL PERDÓN



Te propongo que reces el “Rosario del Perdón” en esta cuaresma, para que alcance la gracia de perdonar cuantas veces sea necesario.

En las cuentas pequeñas
“Yo amo y perdono, yo perdono y amo .. (citar los nombres)”.

Al acabar cada decena, rezar el Gloria y añadir:
Señor Jesús, bendice (pronuncia el nombre de la persona a quien estás perdonando) y ayúdame a perdonarlas, amarlas, bendecirlas y aceptarlas como son.


Primer MisterioPrimer Misterio
En el primer misterio, pido perdón a Jesús que oró y sudó sangre en el huerto, porque muchas veces me dejo llevar por el orgullo y egoísmo, por la vanidad y rabia.

 Segundo MisterioSegundo Misterio
En el segundo misterio, pido perdón a Jesús pues El fue azotado en la casa de Pilatos. Yo, muchas veces, me dejo llevar por los celos y por el pecado de la lengua, por la envidia, autosuficiencia, hipocresía, pereza y mentira.

 Tercero MisterioTercer Misterio
En el tercer misterio pido perdón a Jesús, que fue coronado de espinas. Pido perdón porque me dejo llevar por los malos pensamientos, malas palabras, condenaciones, impurezas e infidelidades.

 Cuarto MisterioCuarto Misterio
En el cuarto misteri pido perdón a Jesús que cargó la cruz, pues muchas veces cometo pecados por falta de aceptación, por reclamar y murmurar, negándome a cargar mi propia cruz.

Cuinto MisterioQuinto Misterio
En el quinto misterio, pido perdón a Jesús que fue crucificado para perdonar mis pecados pero yo, lamentalemente, no perdoné a aquellos que se equivocaron conmigo.

Señor Jesús, de lo alto de la cruz, me enseñaste a perdonar. Ayúdame también a amar a las personas.

Al final, reza el canto de María:

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán
y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre.

(cf. Lc 1,46-55).

Lo que te toca es decidirte por Jesús.
A partir de tu decisión, la gracia de Dios vendrá en tu socorro,
dándote la gracia del perdón.

Tenemos aquí una arma preciosa para nosotros,
valientes guerreros del Señor.
Ningún combatiente puede dispensar de esta arma:
El Rosario del Perdón. Es necesario renovarlo siempre.
¡Vivamos el perdón en esta cuaresma!.
Abraza esta decisión.

Dios te bendiga
Retirado del Libro ‘Combatientes en el Perdón”

LA LEY DEL SEÑOR

Ángel Moreno - Miércoles, 2 de marzo de 2016
Tiempo de Cuaresma
Año de la Misericordia


“Pues, para nosotros, el temor de Dios reside todo él en el amor, y su contenido es el ejercicio de la perfecta caridad: obedecer a sus consejos, atenerse a sus mandatos y confiar en sus promesas. Oigamos, pues, a la Escritura que dice: Ahora, Israel, ¿qué es lo que te exige el Señor, tu Dios? Que temas al Señor, tu Dios, que sigas sus caminos y lo ames, que guardes sus preceptos con todo el corazón y con toda el alma, para tu bien.”
San Hilario
Moisés con las tablas de la ley representa la revelación de la voluntad de Dios y el camino que conduce a la libertad mayor.
Texto bíblico: “Moisés habló al pueblo, diciendo: -«Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os mando cumplir. Así viviréis y entraréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar” (Dt 4, 1).
Cómo se agradece la exegesis que hace el papa Francisco en la Bula: “En la Biblia, muchas veces se hace referencia a la justicia divina y a Dios como juez. Generalmente es entendida como la observación integral de la ley y como el comportamiento de todo buen israelita conforme a los mandamientos dados por Dios. Esta visión, sin embargo, ha conducido no pocas veces a caer en el legalismo, falsificando su sentido originario y oscureciendo el profundo valor que la justicia tiene. Para superar la perspectiva legalista, sería necesario recordar que en la Sagrada Escritura la justicia es concebida esencialmente como un abandonarse confiado en la voluntad de Dios” (MV 20).
Pensamiento: ¡Que distinto es interpretar los mandatos del Señor como ley de recibirlos como revelación del camino recto, en el que no faltará su ayuda para seguirlo!
Oración: La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye a los ignorantes. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos (Sal 18, 8-9).
Propuesta

“Escucha los preceptos del Maestro, y préstales el oído de tu corazón” (San Benito).
fuente: Cuaresma en portal Ciudad Redonda

Tiempo perfecto

CUARESMA, ¡tiempo perfecto para la Santidad!

Con el miércoles de cenizas comenzamos la cuaresma, un tiempo especial y único, una hermosa oportunidad que nos da Dios para volver a nuestro interior, a nuestro origen, a nuestra fragilidad y desde allí volver a reconocernos pequeños y necesitados de su amor. Pasamos tanto tiempo creyendo que somos más grandes de lo que realmente somos. Es verdad que podemos tener grandes logros laborales, económicos, sociales, entre otros. Sin embargo, lo esencial no tiene que ver con esto. A veces tantos logros y reconocimientos hacen que nos perdamos a nosotros mismos en las sombras de la egolatría. Mientras más hondo caemos en esto, menos espacio tiene nuestro Padre Dios para entrar en nosotros.

La cuaresma es el tiempo perfecto para volver a Dios desde nuestro interior, lugar preciso para nuestro encuentro con Él. San Agustín así lo vivió, buscó tanto tiempo a Dios fuera de él mismo, en tantas cosas, y no lo encontró sino en lo profundo de su corazón.

Cuando hacemos una revisión de nuestra vida, volviendo a nuestro corazón, a nuestra fragilidad, y nos reconocemos necesitados de Dios, entonces podemos pedir perdón. Perdón por las veces en que no he respondido al amor de Dios manifestado en mí, en mis hermanos, en mi familia, y en el llamado permanente a la comunión con Cristo. ¡Qué gracia tan hermosa pedir perdón y saber que Dios responde con amor! ¡No puedes perderte la oportunidad de vivir esta gracia! Que este tiempo de cuaresma no pase en vano por tu vida. ¡Tú puedes ser diferente! y no es que Dios no te ame con tus pobrezas y fragilidades, sino que Dios es Padre y como tal te ama como eres pero te sueña diferente…¡te sueña santo! si así es, SANTO…Creo que sé lo que estás pensando, pero aunque no lo creas tú que estás leyendo puedes ser santo!! No necesitas hacer grandes proezas a los ojos del mundo, sino cosas grandes a los ojos de Dios. No necesitas que el mundo te alabe por tus logros, sino agradar a Dios en lo sencillo y cotidiano. Necesitas levantar una lucha diaria contra lo que te aleja del amor de Dios, el pecado. Una lucha qué dura sólo un día, mañana ya levantarás otra lucha. Este tiempo de cuaresma es un tiempo perfecto para la santidad, un tiempo perfecto para la lucha diaria por ser más fieles a Dios… ¡¡es un tiempo PHN!!

Tenemos 40 días para prepararnos, para luchar juntos, para volver a Dios, para ser perdonados y amados por Él…¿te animas?, ¿hagamos juntos este camino? Al final nos espera un regalo precioso, ¡¡ser más santos, morir al pecado y resucitar junto a Jesús como hombres y mujeres nuevos!!

¡Un abrazo en Cristo!
¡PHN en la cabeza y en el corazón!
Esteban Guajardo C.
Familia Canción Nueva Chile
fuente: Portal Canción Nueva en Español
PHN = Por Hoy No voy a pecar

Meditación: Mateo 5, 17-19

“No crean que he venido a abolir la ley o los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud.” (Mateo 5, 17)

En el Antiguo Testamento, Dios dio instrucciones a su pueblo por medio de la ley y los profetas. La Ley son los Diez Mandamientos que el Señor dio a Moisés en el Monte Sinaí y otros preceptos. Los profetas eran hombres y mujeres ungidos por Dios para ser sus portavoces ante el pueblo. En las escrituras hebreas, los textos conocidos como “los profetas” son los libros de Josué, Jueces, Samuel, Reyes, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel y los doce profetas menores.

Jesús, la Palabra de Dios que vino al mundo, es el cumplimiento de todo lo que Dios había anunciado mediante la ley y los profetas. La palabra “cumplir” significa completar, aportar lo que falta. En este texto, el significado de “cumplir” incluye también el de perfeccionar lo imperfecto. Jesús reconoció que la ley de Moisés y los profetas eran buenos, pero imperfectos. Por eso dijo “No he venido a ponerles fin, sino a darles su verdadero significado” y añadió que “todo el que quebrante uno de estos preceptos menores y enseñe eso a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos.”

Mateo señala en su Evangelio (5, 21-48) seis aspectos de la vida (asesinato, adulterio, divorcio, juramentos, venganzas y amor a los enemigos) en los que había que perfeccionar la ley. Por su muerte y resurrección, el Señor nos da la posibilidad de vivir según la ley y los profetas. Incluso dijo que ni un punto ni una letra se le quitaría a la ley. Lo que Jesús quería explicar era que la forma de vida descrita en la ley y los profetas era buena y que, unidos a él, nosotros podemos cumplirla.

¿Cómo puede nuestra justicia ser mayor que la de los escribas y fariseos? Puede serlo porque tenemos algo que ellos no tuvieron: la presencia de Jesús en nosotros por el poder del Espíritu Santo. Por nuestros propios méritos, somos incapaces de cumplir los mandamientos; pero con Cristo en nuestro corazón, tenemos la fuerza y el entendimiento necesarios para ser obedientes.
“Jesús, Señor mío, te doy gracias porque por la fe y el Bautismo en tu muerte y resurrección, he recibido el poder que me habilita para vivir a la luz de tus enseñanzas y ser obediente al Padre.”
Fuente Devocionario Católico La Palabra con nosotros

Comprendiendo La Palabra

«No he venido a abolir la ley sino a cumplirla»

     Hemos visto a Cristo obedecer las leyes de Moisés, es decir que Dios, el legislador, se sometía, como un hombre, a sus propias leyes. Es lo que nos enseña San Pablo...: « Cuando los tiempos fueron cumplidos, Dios envió a su Hijo; nacido de una mujer, estuvo sujeto a le Ley judía, para rescatar a los que estaban sujetos a la ley » (Ga 4,4-5). Por lo tanto, Cristo rescató de la maldición de la Ley a los que estaban sujetos a ella, pero que no la observaban. ¿De qué manera los rescató? Cumpliendo la Ley; de otra manera, con el fin de borrar la transgresión de la que Adán se hizo culpable, se mostró obediente y dócil en nuestro lugar, hacia Dios Padre. Porque está escrito: « Así como todos han llegado a ser pecadores porque un sólo hombre desobedeció, de la misma forma todos llegarán justos porque un solo hombre obedeció» (Rm 5,18). Con nosotros inclinó la cabeza delante de la Ley, y lo hizo según el plan divino de la Encarnación. En efecto, « Debía cumplir perfectamente lo que es justo» (cf Mt 3,15).

     Después de haber tomado perfectamente la condición de servidor (Ph 2,7), precisamente porque su condición humana le colocaba con el número de los que llevan el yugo, pagó a los recaudadores, como todo el mundo, el pago del impuesto, mientras que por naturaleza, y como Hijo, estaba dispensado (Mt 18,23-26). Así, cuando le veas observar la Ley, no te extrañes, no pongas en la hilera de los servidores al que es libre, pero mide con el pensamiento la profundidad de un tal designio.

San Cirilo de Alejandría (380-444), obispo y doctor de la Iglesia
Homilía 12; PG 77, 1041 s

RESONAR DE LA PALABRA - 02 MAR 2016

Evangelio según San Mateo 5,17-19. 
Jesús dijo a sus discípulos: «No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice. El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.» 


RESONAR DE LA PALABRA
Carlos Latorre, cmf
¡Buenos días, amigos!

En la primera lectura bíblica de hoy, antes de concluir la exhortación, el narrador inserta la noticia sobre las ciudades que Moisés había reservado al oriente del Jordán para que sirvieran de refugio a quienes, sin quererlo, hubiesen matado a un hermano. El fin del asilo en una ciudad como ésta era protegerse de la venganza de la sangre que permitía la ley; si se trataba de una muerte intencional, la venganza debía ser total.

Jesús expone sus enseñanzas frente a la Ley del Antiguo Testamento con las famosas antítesis de Mateo: «han oído que se dijo… pues yo les digo». Jesús habla con una autoridad que está por encima de la legislación antigua.

Jesús reconduce los mandamientos a su raíz y a su objetivo último: el servicio a la vida, a la justicia, al amor, a la verdad. En el centro de esta parte del sermón del monte está el respeto sagrado a la persona y la denuncia contra todo aquello que, aun camuflado de artificio legal, atente contra la dignidad del hombre y de la mujer.

Pero es, sobre todo, en el NO rotundo a la ley del Talión: «ojo por ojo, diente por diente», donde aparece toda la revolucionaria novedad del mensaje de Jesús. ¿No sería imposible una sociedad sin esta ley?

La ley del Talión ha existido en todas las culturas, aunque su cruda aplicación casi haya desaparecido de nuestro mundo actual más civilizado.  Pero sigue estando vigente y considerada como necesaria para asegurar una aceptable convivencia humana. Un ejemplo es la pena de muerte.

Actualmente la Iglesia católica se está comprometiendo a fondo para pedir que se suprima la pena de muerte en todas las naciones. Así lo ha hecho el Papa Francisco ante el Congreso y Senado norteamericano el 24 de septiembre de 2015. Les dijo: "Estoy convencido de que este es el mejor camino –suprimir la pena de muerte-, porque cada vida es sagrada”. Actualmente ya son 150 los estados que han suprimido ese castigo horrible de sus leyes.

Jesús propone un cambio total en las relaciones de las personas entre sí y con Dios. Este cambio radical sólo podrá partir de la fuerza creadora del amor y será la única respuesta que pondrá fin a tanta violencia. El amor a todos, sin condiciones, tal y como es el amor del «Padre del cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos y hace llover sobre justos e injustos». El amor no tiene límites, como no tiene límite la perfección a la que el creyente tiene que aspirar: «sean perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el cielo». Imitando de esta manera a Dios, podremos crear una sociedad justa, radicalmente nueva.

Quizás tengamos que confesar tristemente que nuestro mundo no está aún preparado para poner en práctica estas palabras de Jesús; pero, precisamente porque hemos tocado fondo en los horrores de la violencia, Jesús invita a sus seguidores a poner en práctica la utopía del amor evangélico como humilde levadura que producirá el cambio. Sólo el amor cambiará el mundo.

Vuestro hermano en la fe.
Carlos Latorre
Misionero Claretiano
Comentario Publicado en Ciudad Redonda

Buen día, Espíritu Santo

Señor y Salvador nuestro,
recuperadas las fuerzas,
despiertos los sentidos,
abiertos nuestros ojos Bendecimos Tu Santo Nombre,
¡Tú eres el Santo, el Único Santo!
A Vos llegamos con esperanza y anhelantes,
A Vos recurrimos confiados y expectantes.
¡Bendice nuestra gran Familia Piedras Vivas!
Bendice en el inicio de semana a nuestros hermanos y amigos,
a los que caminan muy junto a nosotros,
a los que son parte efectiva de nuestra comunidad,
y aquellos que son parte afectiva, cercana...
Bendice mentes, corazones y espíritus.
Bendice familias, relaciones, trabajos, y sueños.
Bendice y santifica nuestros pasos, palabras y acciones,
Bendice a los que nos encuentran y a los que encontramos,
Bendice a los que nos bendicen y a los que,
alejados, distantes y enemistados,
sólo traman hacernos daño con su lengua.
Disipa tinieblas, allana senderos,
robustece nuestros brazos y piernas,
otórganos sabiduría y entendimiento.
Fortalece nuestra voluntad quebrada,
quiebra nuestros temores más hondos y,
llenos de confianza, danos marchar siempre por tus sendas.
Que nuestras sendas te sean familiares,
Que nuestras sendas estén siempre marcadas por Tu pisada.

¡Amén!


martes, 1 de marzo de 2016

24 HORAS PARA EL SEÑOR



En comunión con el Santo Padre Francisco,
y unidos a todas las comunidades el próximo viernes 4 y sábado 5 de Marzo
viviremos "24 HORAS PARA EL SEÑOR".
Bajo el lema: "Dios Rico en Misericordia viviremos 24 Horas de Adoración y Contemplación Eucarística.
Te invitamos a sumar tu oración
pidiendo la gracia de ser Fortalecidos en el Señor y así
superar la tentación de la indiferencia ante el sufrimiento del hermano.

Inicio: VIERNES 04 de Marzo.
7.30 hs. Exposición del Santísimo Sacramento - Laudes
15 hs. Coronilla a Jesús Misericordioso
21 hs. Cerco de la Misericordia
23 hs. Continúa adoración Eucarística

SÁBADO 05 Marzo
7 hs. Laudes - Bendición Solemne.
.
¿Cómo puedes participar?
Sencillamente, toma tu Biblia y acercáte hasta ésta,
tu otra casa, tu parroquia y comparti junto a tus hermanos
24 horas para el Señor.

Meditación: Mateo 18, 21-35

No hace falta indagar mucho para darse cuenta de que en el mundo actual hay una gran falta de amor y compasión.

La vida personal y familiar, las comunidades e incluso el mundo entero serían diferentes si todos aceptáramos y practicáramos el mandato de Jesús de amar a Dios y al prójimo. ¡Qué extraño resulta que siendo el amor de Dios como un bálsamo que alivia y sana las heridas profundas y dolorosas causadas por el odio y el resentimiento, por lo general nos resistimos a aplicarnos ese bálsamo a las heridas que tenemos!

Dios nos ha dado a conocer su amor en su Hijo Jesucristo, cuya vida y misión se caracterizaron por el amor. Su pasión, muerte y resurrección fueron la demostración patente de un amor y una misericordia jamás igualados: “Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida por ellos” (Juan 15, 13). ¿Podemos acaso siquiera empezar a discernir la inmensidad de este amor compasivo?

La voluntad del Padre para su pueblo es que todos tengamos parte en su vida divina por medio de Jesús. Por eso, cuando leemos que el Señor nos enseña que hay que perdonar “setenta veces siete” (Mateo 18, 22), es preciso reflexionar sobre esta parábola del perdón a la luz de lo que Dios desea para su pueblo y del ejemplo que Jesucristo nos dio. Por lo general, nos encerramos en nosotros mismos y decimos que no podemos perdonar, cuando en realidad tenemos que mirar a Jesús, que no se limitó a hablar del perdón, sino que perdonó sin condiciones ni medida, incluso a sus verdugos.

La capacidad de demostrar amor y compasión es fruto de la unión con el Padre por medio de Cristo. Nuestra compasión es la misma que Jesús tuvo con nosotros, y ella nos exige no cansarnos nunca de obedecer a Dios ni de hacer su voluntad, y no perder jamás la esperanza. Esta compasión produce curación, y consuelo, reconforta, perdona, alivia el dolor y lleva a muchos a la salvación; no excluye a nadie, y podemos ejercitarla por medio de nuestras acciones, palabras y oraciones. Es, sin duda, el bálsamo que restaura la salud del mundo.
“Señor Jesús, te doy gracias por ser mi fuente de amor y misericordia. Ayúdame a estar siempre consciente de las oportunidades que encuentro en la vida para ser instrumento de tu divina misericordia, y actuar conforme a ello.”
fuente Devocionario Católico La Palabra con nosotros

Perdonar a tu hermano de todo corazón"

“Perdonar a su hermano de todo corazón”

    Sabéis lo que vamos a decir a Dios en la oración antes de acercarnos a comulgar: “Perdona nuestra ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden.” Preparaos interiormente a perdonar, porque estas palabras las volveréis a encontrar en la oración. ¿Cómo las vais a decir? ¿No las vais a pronunciar? Por que al fin y al cabo, ésta es la cuestión: ¿diréis estas palabras o no las diréis? Detestas a tu hermano y pronuncias las palabra “perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que no ofenden”? --- “Evito estas palabras”, me dirás. Pero entonces, ¿estás realmente orando? Poned atención, hermanos míos. En un instante pronunciaréis la oración. ¡Perdonaos de todo corazón!

    Mira a Cristo colgado en la cruz, escucha su oración: “Padre, perdónales porque no saben lo que hacen.” (Lc 23,34) Dirás, sin duda: él lo podía decir, yo no. Yo soy un hombre, y él es Dios. ¿No puedes imitar a Cristo? Entonces ¿porque el apóstol Pedro escribió: “Cristo sufrió por vosotros, y os ha dejado un ejemplo para que sigáis sus huellas.”? (1Pe 2,21) ¿Por qué el apóstol Pablo nos dice: “Sed, pues, imitadores de Dios como hijos suyos muy queridos.” (Ef 5,1) ¿Por qué el mismo Señor dijo: “Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy sencillo y humilde de corazón.” (Mt 11,29)? Andamos con rodeos, buscamos excusas cuando nos parece imposible aquello que no queremos hacer... Hermanos míos, ¡no acusemos a Cristo de habernos dado unos preceptos demasiado difíciles, imposibles de realizar! Con toda humildad digamos más bien con el salmista: “Qué justo eres, Señor, qué rectas tus decisiones!” (Sl 118,137)

San Cesáreo de Arlés (470-543), monje y obispo
Sermón Morin 35; PLS IV, pag 303ss

RESONAR DE LA PALABRA - 01 MAR 2016

Evangelio según San Mateo 18,21-35. 
Se adelantó Pedro y le dijo: "Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?". Jesús le respondió: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por eso, el Reino de los Cielos se parece a un rey que quiso arreglar las cuentas con sus servidores. Comenzada la tarea, le presentaron a uno que debía diez mil talentos. Como no podía pagar, el rey mandó que fuera vendido junto con su mujer, sus hijos y todo lo que tenía, para saldar la deuda. El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: "Señor, dame un plazo y te pagaré todo". El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda. Al salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, tomándolo del cuello hasta ahogarlo, le dijo: 'Págame lo que me debes'. El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: 'Dame un plazo y te pagaré la deuda'. Pero él no quiso, sino que lo hizo poner en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Los demás servidores, al ver lo que había sucedido, se apenaron mucho y fueron a contarlo a su señor. Este lo mandó llamar y le dijo: '¡Miserable! Me suplicaste, y te perdoné la deuda. ¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de tí?'. E indignado, el rey lo entregó en manos de los verdugos hasta que pagara todo lo que debía. Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos". 


RESONAR DE LA PALABRA
Carlos Latorre, cmf
¡Buenos días, amigos!

De nuevo nos encontramos juntos para reflexionar y orar con la Palabra de Dios. Hoy el texto bíblico nos sitúa ante una de las exigencias más difíciles para todo cristiano: el perdón. Todos queremos ser comprendidos en nuestra forma de actuar y que no nos interpreten mal. Y sobre todo, que nos disculpen y perdonen, si hemos cometido algún error.

Lastimosamente en el corazón humano está muy arraigado el principio: “Venganza, sí; perdón, no”. Por eso las guerras y los enfrentamientos son constantes en la sociedad.

En este año del Jubileo de la Misericordia leemos estas palabras del evangelio que nos ayudan a descubrir cómo es la “justicia” de Dios. El Papa Francisco nos enseña que la omnipotencia de Dios es su misericordia y su perdón. Con toda razón decimos que perdonar es divino.

El periodista le pregunta al Papa: ¿Recuerda cuándo tuvo, de niño, la primera experiencia de la misericordia?  Y el Papa le responde: “No tengo recuerdos concretos de cuando era niño. Pero sí de muchacho. Pienso en el padre Carlos Duarte Ibarra, el confesor que vi en mi parroquia ese 21 de septiembre de 1953, el día en que la Iglesia celebra a san Mateo apóstol y evangelista. Tenía diecisiete años. Me sentí acogido por la misericordia de Dios confesándome con él. El sacerdote era originario de Corrientes, pero estaba en Buenos Aires curándose de una leucemia. Murió al año siguiente. Recuerdo aún que después de su funeral y de su entierro, al regresar a casa, me sentí como si me hubieran abandonado.

Y lloré mucho aquella noche, mucho, oculto en mi habitación. ¿Por qué? Porque había perdido a una persona que me hacía sentir la misericordia de Dios.”

Pedro pregunta a Jesús cuántas veces tiene que perdonar. Y Jesús le responde contando la historia de aquel que debía una cantidad enorme a su señor (algo así como diez mil monedas de oro), pero fue perdonado. En cambio este a su vez fue incapaz de perdonar al compañero que le debía una pequeña cantidad. Sí, la venganza era una ley sagrada en todo el Antiguo Oriente y el perdón se consideraba algo humillante.  Jesús enseña a sus discípulos que el perdón debe ser ilimitado. Quien ha experimentado la misericordia del Padre en su vida, no puede andar calculando las fronteras del perdón y la acogida a los hermanos.

Tu hermano en la fe.
Carlos Latorre
Misionero claretiano
comentario publicado por Ciudad Redonda

Buen día, Espíritu Santo

Señor y Dios Nuestro,
«Por el honor de tu nombre, no nos desampares para siempre,
no rompas tu alianza, no apartes de nosotros tu misericordia."
Acepta en la mañana de este día, "nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde"
"Que éste sea hoy nuestro sacrificio,
y que sea agradable en tu presencia: porque los que en ti confían no quedan defraudados."
Envía Tu Espíritu Santo sobre cada uno de nosotros;
envía la Fuerza de Tu Amor,
Poder que transforma vidas;
Poder que cambia corazones,
Gracia que reconcilia y otorga la Verdadera Paz;
Exhala Aliento de Vida Nueva,
para seguirte de todo corazón, para respetar Tus mandatos,
para buscar rectamente Tu Rostro,
y trátanos, Señor, "según tu piedad, según tu gran misericordia.
Líbranos con tu poder maravilloso y da gloria a tu nombre.»
¡Amén!