lunes, 8 de octubre de 2012

ESTOY CANSADO


¿Ya viviste eso?
¿pasaste por días en que tenías ganas de gritar y largar todo diciendo: llego a ser “buenudo” por obrar siempre bien y nadie lo ve, y además no llego a ningún lugar?
Tú sí llegas a un lugar,
llegas al corazó
n de Dios.
Como hijos suyos, necesitamos ser buenos, así como Él es bueno.
Esa es su voluntad: que seamos como Él es.
¿Nadie te valora?
¿A nadie le importa lo que haces?
Sé bueno por Dios y para Dios, porque todo lo que realizas Dios lo ve:
“El Señor se fija en quienes lo respetan,
en los que esperan en su misericordia”
(Salmo 32,18)

¿Sabes el motivo de las decepciones?
Esperamos muchos de los otros y olvidamos que son limitados como nosotros.
Pero Dios ve, sondea tu corazón. Si nos detenemos en las decepciones, dejamos también de dar pasos, nos cansamos más fácilmente y ofuscamos lo que tenemos de bueno para dar.
Si las personas que conviven contigo no son buenas, tú debes serlo, ¡haz la diferencia!
¿Fácil? No lo es ni un poquito, pero Dios ve el esfuerzo de la búsqueda.
Tienes mucha bondad para distribuir en este mundo tan carente.
Todo lo que hagas tendrá fruto, tenlo por seguro.
Entonces, ¿vamos a hacer la diferencia en este mundo?
Allá va un consejito para ti: Reza junto con Eliana Ribeiro el Salmo 138

Equipo PHN - Adaptación sobre una traducción de E. Alvarez.
Portal Canción Nueva en español.






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