"Aquel día en que grité, Vos me escuchaste, Señor"
Salmo 137
Como el salmista, a lo largo de este día,
lancemos gritos al Señor en toda circunstancias.
Tal vez hasta encontremos que somos capaces de resolver
todas las cosas solos pero, es un engaño pensar así.
Necesitamos y dependemos del auxilio del Señor.
"La reina Ester, presa de una angustia mortal,
también buscó refugio en el Señor.
Se despojó de sus vestidos lujosos y se puso ropa de aflicción y duelo.
En lugar de perfumes refinados, se cubrió la cabeza de ceniza y basura.
Mortificó su cuerpo duramente
y dejó caer sus cabellos enmarañados sobre aquel cuerpo
que antes se complacía en adornar.
Luego oró al Señor, Dios de Israel, diciendo:
¡Señor mío, nuestro Rey, tú eres el Único!
Ven a socorrerme, porque estoy sola, no tengo otra ayuda fuera de ti
y estoy expuesta al peligro"
Ester 14,1-4
Nuestra actitud debe ser como la de Ester que,
en medio del peligro, buscó refugio en el Señor
y no en las cosas, en las personas y en los bienes que poseía
y mucho menos en sus propias fuerzas,
porque el único auxilio eficaz para nuestra vida
es el que viene del Señor.
Suceda lo que suceda, en este día,
lancemos un grito al cielo:
¡Señor, sálvame, líbrame de todo mal!
Jesús Yo confío en Ti!
Luzia Santiago
Co-Fundadora Comunidad Canción Nueva
(fuente: portal www.cancaonova.com)
traducción y adaptación myunges
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