Háganse insensatos para ser realmente sabios ante Dios
“¡Vengan todos ustedes, vengan otra vez: no encontraré un solo sabio entre ustedes!” (Jb 17,10). ¿Por qué llamar a la sabiduría y, sin embargo, desear no encontrar sabios [los amigos de Job]? Porque no pueden llegar a la verdadera sabiduría de los hombres, engañados por la suficiencia de su falsa sabiduría. De ellos fue escrito: “¡Ay de los que se tienen por sabios y se creen muy inteligentes!” (Is 5,21). También de ellos se dice: “No presuman de sabios” (Rom 12,16; cf. Prov 3,7).
Por eso, si el gran predicador Pablo encontraba sabios según la carne, les pedía adquirir la verdadera sabiduría, empezando por vivir la locura “Si alguno de ustedes se tiene por sabio en este mundo, que se haga insensato para ser realmente sabio” (1Cor 3,18). La Verdad dice de ella misma “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños” (Mt 11,25).
Así como los que son sabios ante ellos mismos, no pueden llegar a la verdadera sabiduría, el bienaventurado Job, que desea la conversión de los que los escuchan, desearía no encontrar entre ellos uno que se cree sabio. Deben aprender a devenir insensatos, para poder ser verdaderamente sabios ante Dios.
San Gregorio Magno (c. 540-604)
papa y doctor de la Iglesia
Morales sobre Job, XIII (SC 212, Morales sur Job, Cerf, 1974), trad. sc©evangelizo.org
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