miércoles, 7 de febrero de 2024

COMPRENDIENDO LA PALABRA

Los pensamientos salen del corazón del hombre

“Estoy preparado para el juicio, yo sé que la razón estará de mi parte” (Jb 13,18). Un santo, debe a la asistencia de Dios el cuidar tan bien sus obras, que exteriormente no se encuentra contra él ninguna causa de acusación. Interiormente, tiene pensamientos tan circunspectos que aparece siempre irreprochable a los ojos del juez interior.

Así como puede llegar a no fallar exteriormente en la acción, interiormente no puede llegar a fallar en pensamiento. La conciencia del hombre, en lo íntimo de su ser, está siempre sobre una pendiente resbaladiza para una caída. Un santo como Job habla tanto en su nombre como en el nombre de los elegidos cuando dice: “Estoy preparado para el juicio, yo sé que la razón estará de mi parte”. Porque en su conducta exterior nada puede reprocharse y es como hombre libre que dice esas palabras.

El corazón del justo tiene a veces un loco pensamiento y es lo que explica estas nuevas palabras: “Entonces aceptaría quedarme callado y expirar” (Jb 13,19). El hombre, retomando un loco pensamiento, es mordido por el diente de la conciencia y se consume en silencio. Consumirse en silencio, es encontrar en sí mismo un fuego devorante.



San Gregorio Magno (c. 540-604)
papa y doctor de la Iglesia
Morales sobre Job, XI (SC 212, Morales sur Job, Cerf, 1974), trad. sc©evangelizo.org

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