Existe un momento en nuestras vidas en que es preciso tomar “La Decisión” que cambiará todo. Puede que ocurra con pasos cuya huella deje impreso el miedo. Puede incluso que quiera ser frenada por el pasado que aún se carga o por lo incierto del futuro. Será posiblemente la soledad el abrigo de ese momento y mas de un adversario interno endurecerá su rostro y su voz. Aún y a pesar de todo este ambiente exterior e interior, es preciso comprender que ningún tibio ha hecho historia, ni ha encontrado el camino estrecho.
¿Te ha visitado la tibieza y has hecho de ella tu hogar? Que ninguna voz, ni situación hable más fuerte que la Voz de quien habita tu corazón.
Avanza. Deja ese lugar.
Quiebra la maldición que engendran los espíritus del miedo.
Mira en lo alto el Madero vacío y recuerda La Palabra del que ha vencido.
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