«La Palabra de Dios y la doctrina de la Iglesia. La Palabra de Dios no se impone, es discreta, nos pacifica; de ese modo, nos ayuda a entrar en nosotros mismos y a reconocer los deseos auténticos que el Señor ha puesto en nuestro corazón, distinguiéndolos de otras voces que pueden confundirnos y alejarnos de Él. Otro elemento importante que ayuda al discernimiento es vivir una relación afectiva con Jesús. La amistad con Dios nos hace experimentar su amor, su compasión y su ternura; y esto nos va transformando el corazón y nos mueve a imitarlo»
Francisco
Audiencia General
21-12-2022
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