Bendigo a Dios por la gran corriente de gracia que es la Renovación Carismática Católica, pues todos sabemos que muchos de nosotros, las nuevas comunidades, estamos aquí gracias a la RCC.
La Fraternidad Católica fue constituida para dar nuevo vigor a la Iglesia.
La RCC y la Fraternidad se identifican sin rupturas. Juntos, esos dos grupos, realizan encuentros, tienen en mente organizar eventos como los 50 años de la RCC en la iglesia en el año 2017.
Tendremos un gran evento con el Papa en el año 2015, en el encuentro mundial para los sacerdotes.
Estamos asistiendo a una gran acción dinámica del Espíritu Santo, pues las nuevas comunidades son uno de los grandes frutos del Concilio Vaticano II. "Como no dar gracias por esos frutos que están siendo derramados en la Iglesia", decía el Papa Juan Pablo II.
Cuántas personas redescubrieron la Fe y el gusto por la Palabra de Dios! Hablar, por lo tanto, de la Fraternidad Católica es solo una tentativa del mensaje que debe ser dado: "las comunidades que están en la Fraternidad son expresiones maduras de la Renovación Carismática".
La Renovación Carismática asumió varias formas, pues existen comunidades carismáticas, de vida, de alianza; hay institutos de inspiración carismática, universidades, comunidades que evangelizan por los medios de comunicación, como es Canción Nueva. Cada una de esas expresiones carismáticas vive esa gracia común que llamamos "efusión del Espíritu Santo". Es un denominador común.
Para entender la RCC, es preciso saber que algunos movimientos llegaron desde fuera de la Iglesia Católica y antes del Concilio Vaticano II. La RCC nació de ésa forma, por el movimiento pentecostal, así como otras que nacieron de movimientos de santidad, movimientos no católicos, movimientos bíblicos y ecuménicos.
Esa historia no es mi opinión, mas es la verdad dentro de esa corriente de gracia. Las comunidades nacieron en diferentes instituciones, organizaciones, asociaciones, pero ninguna de ellas puede tirar fuera de sí el significado, el sentido del movimiento carismático.
Sería correcto decir que toda la iglesia es, por su naturaleza, carismática. Sea por los fieles bautizados, por la institución, que es un don del Espíritu Santo, sacerdotes, cardenales, Papa, todo el pueblo de Dios. Estoy diciendo a ustedes, miembros de la Fraternidad Católica: ¡abran su mente a la universalidad de la iglesia, abran el corazón a la obra de Dios!
En el final de los tiempos, el fenómeno escatológico es el pueblo que se prepara para el encuentro con Jesús, los dones son la belleza que adorna a la esposa de Cristo. ¡Apresuremos la venida del Señor!
El Padre suscita, en la Iglesia de Dios, las bienaventuranzas que, un día seremos. El está preparándonos para vivir juntos un día en el cielo; para vivir la dimensión comunitaria. No habrá más católicos ni protestantes, ni mujeres ni hombres, apenas hijos, porque Jesús no tiene primos ni sobrinos, sólo hijos.
El Espíritu Santo es tan humilde que acepta esos márgenes y se adecua a nuestra humanidad, acepta nuestras fragilidades, nuestras ofensas y continua siguiendo el río que va siempre hacia el frente.
Tenemos una mentalidad estrecha por demás! El mundo todavía no creyó en Jesús, porque piensa, todavía hoy, como se pensaba dentro de la sacristía. Tenemos que salir a evangelizar, pues la RCC y el bautismo en el Espíritu Santo de Dios son para la misión de la iglesia que no puede quedar encerrada, porque al salir, ella encuentra la solución y la superación de sus dificultades.
Agradezcamos a Dios por todo aquello que el Espíritu Santo suscitó. Debemos hablar no solo de un movimiento, sino de múltiples expresiones. El Bautismo en el Espíritu no es una gracia que puede quedar solo para los movimientos católicos, sino una experiencia común de la iniciación cristiana. Los catecúmenos eran bautizados.
En Roma, los cardenales querían colocar el movimiento carismático dentro de una caja, porque no sabían qué hacer con él. En aquel tiempo Pablo VI mando investigar ese fenómeno extraño; entonces, llevaron hasta él la experiencia, pues habían sido bautizados en el Espíritu Santo e hicieron el primer grupo carismático en Roma.
El Bautismo en el Espíritu Santo fue dado a católicos, protestantes, hebreos, ortodoxos. Ya estamos viviendo la profecía de Joel, el cual profetizó sobre nosotros, sobre nuestros hijos, jóvenes y ancianos. "Derramaré mi Espíritu, tus hijos se volverán profetas" (Joel 2) Si hoy Israel está reconociendo a Jesús es porque Él esta volviendo.
La comunión de las fraternidades es su identificación como discípulos, pues sabemos lo que significa amar. Todos los carismas son útiles a la iglesia, mas Pablo, en Corintios 13 dice que todos esos dones desaparecerán, solo quedará la fe, la esperanza y la caridad.
Debemos sembrar la comunión y el amor, pero para hacer eso precisamos empeñarnos en eliminar todo rencor y competición. Compitamos en el amor, eso durará por siempre. Solo el amor es incorruptible!
Hay otro desafío: la santidad. Bienaventurados los puros que verán a Dios! Queremos ver al Señor, encontrarlo, queremos que el pueblo haga tenga un encuentro con Él. La pureza de la oración es la causa de la santidad.
Que Dios sea alabado!
Amén
Transcrição e adaptação: Edna Carvalho
fuente www.cancaonova.com
Campamento Nuevas Comunidades
10 de Noviembre de 2012
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