«Cuando María entra en casa de su prima, alaba al Señor. Porque quien ama a Dios sabe alabar. La alabanza aumenta la alegría. La alabanza es como una escalera: eleva los corazones. La alabanza levanta el ánimo y vence la tentación de caer. ¡Qué bueno es alabar a Dios cada día, y también a los demás! ¡Qué bueno es vivir de gratitud y bendición en lugar de lamentaciones y quejas, mirar hacia lo alto en lugar de enfadarse! Las quejas: hay gente que se queja todos los días. Pero mira que Dios está cerca de ti, mira que te ha creado, mira las cosas que te ha dado. ¡Alaba, alaba! Y eso es salud espiritual»
Francisco
Ángelus
15-08-2023
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