¡Buen día, Espíritu Santo!
Aquí, al comenzar mi caminar diario te suplico,
¡Ven y abrázame con tu Ternura y con Tu Amor!
¡Ven, que el calor de Tu presencia disipe el frío de la vida!
Condúceme a los pies del Altar de la Vida,
dame la gracia de celebrar en comunión de espíritu y corazón.
Revélanos a Aquel que es esperanza de la Gloria,
Graba Su Santo Nombre en nuestras entrañas,
porque Él es nuestro centro, nuestra raíz, nuestro horizonte.
Y habla!, ¿qué podemos hacer juntos hoy?
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