“El buen Pastor da su vida por las ovejas” (Jn 10,11)
“El buen Pastor da su vida por las ovejas” (Jn 10,11). La característica del Buen Pastor es dar su vida por sus ovejas. Es lo que hizo Cristo: “También Cristo padeció por ustedes, y les dejó un ejemplo a fin de que sigan sus huellas” (1Pe 2,21). Alégrate porque Cristo murió por ti. Pero lee todo “les dejó un ejemplo a fin de que sigan sus huellas”. Ejemplo de ultrajes, padecimientos, cruz y muerte.
“El buen Pastor da su vida por las ovejas”… ¡Qué inmensa misericordia! Dice el Salmo: “Él ama la justicia y el derecho, y la tierra está llena de su amor. La palabra del Señor hizo el cielo, y el aliento de su boca, los ejércitos celestiales” (Sal 33,5-6). Los apóstoles y todos los hombres apostólicos han recibido estabilidad del Hijo de Dios, para no ser como ovejas perdidas y poder mantenerse bajo el cayado del Pastor y Guardián de almas (cf. 1Pe 2,25).
“Doy mi vida por las ovejas” (Jn 10,15). Es la prueba del amor que Cristo tiene por su Padre y sus ovejas. Sólo después de confesar tres veces su amor, Pedro recibió la misión de apacentar las ovejas y estar pronto para morir por ella… Señor Jesús, bendito por los siglos, te pedimos que te dignes contarnos entre las ovejas llamadas a estar a tu lado.
San Antonio de Padua (1195-1231)
franciscano, doctor de la Iglesia
Sermón para el 2º Domingo de Pascua (Une Parole évangélique, Franciscaines, 1995), trad. sc©evangelizo.org
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