lunes, 26 de agosto de 2024

Cuaresma de San Miguel - DIA 10


Para alcanzar pureza de corazón

Señor acojo para mi vida el gran llamado que hiciste a través de Pablo a los Tesalonicenses, para que fuesen puros y santos.
Este llamado se vuelve actual y siempre será actual.
La marca de Tus discípulos es esta, la santidad, y el mundo espera ansiosamente la manifestación de los hijos de Dios, bien como una manifestación de santidad, de personas diferentes y que hacen la diferencia.

Quiero traer sobre mi esta señal y quiero ser señal para el mundo, para aquellos que conviven conmigo, quiero ser señal de la Iglesia, quiero ser puro y santo.
Y sé que esto no se da por esfuerzo humano, sino por pura manifestación de tu gracia, por fuerza de tu Espíritu Santo, actuando en mi vida.
Estoy abierto para que me purifiques y me santifiques.
Revélame las áreas de mi vida que todavía están siendo dominadas por el pecado,
y si existe algún vicio, libérame.

Señor, por el poder y por la fuerza de Tu Espíritu Santo.
Tengo plena consciencia de que una de las áreas en que el enemigo más atacó es la de la sexualidad; de los niños y ancianos, todos provocados por la TV, por la música, por internet, revistas, para que pierdan la pureza, y eso es explícito, Señor.
Hay un ataque directo contra la pureza, contra la castidad, y la fidelidad en el matrimonio, y solamente por Tu gracia, conseguiré resistir.
No permitas que yo ceda, quiero vivir una castidad radical, y deseo,
desde el fondo de mi corazón vivir la pureza y la santidad.

Don Bosco aseguraba que "santidad es pureza y pureza es santidad"
Que Tu Espíritu Santo me fortalezca, cada día más,
para que yo consiga decir no a la tentación.
Renuncio a toda tendencia que traigo con relación a la inmoralidad sexual, por eso, te pido, lava con las aguas purificadoras de Tu Espíritu Santo mi mente, mis fantasías, mis deseos, mis sentimientos, mi voluntad,
que todo sea purificado por Tu Santo Espíritu.
Quiero vivir la pureza y la santidad, pero soy muy frágil y necesito de Tu fortaleza.
Necesito el auxilio y la custodia del Príncipe de Tu ejército: San Miguel.
Quiero vivir en santidad, quiero corresponder Tu designio de santidad,
quiero ser fiel hasta el fin.
Que la Virgen María, la toda pura, me ayude en esta gran lucha.

Ven, Espíritu Santo, ven e inunda mi ser
y haz la obra de purificación que tanto necesito,
por la poderosa intercesión del Inmaculado Corazón de María,
Reina de todos los Ángeles.
Amén. Aleluia! Gloria a Dios!

Deja al Espíritu Santo llevarte a la experiencia de un gran clamor para,
entonces, poder revelar lo que el tiene para tu vida.
Ora todo lo que puedas en lenguas.

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