Señor, Padre de Bondad, Dios lleno de misericordia, inunda mi alma con el calor de tu amor y enciende en mi corazón la luz de tu Espíritu Santo.
Llévame a una mayor intimidad con Jesús, que perdonó en la Cruz a todos los que lo herían. Permíteme ver como el rencor vuelve miserable mi vida; al mismo tiempo hazme percibir la liberación que quieres darme por el perdón.
Ilumina con tu gracia las áreas de mi vida que por la falta de perdón me mantienen en las tinieblas.
Doy mi paso en fe.
Pero preciso de tu ayuda para que ame y perdone como tú lo haces, sin colocar barreras ni condiciones. Necesito la protección del ejército celestial en esta batalla.
Cambia mi corazón rencoroso por un corazón lleno de paz.
No permitas que mi alma se endurezca y cultive áreas de tinieblas por el odio, ira, resentimiento, amargura.
Te suplico Buen Jesús: dame fuerzas y la voluntad para liberar el perdón de forma profunda y total ahora.
Yo perdono a todos los que de algún modo me causaron mal, especialmente (decir a Jesús el nombre de todos los que recuerdas, aún cuando algunos ya hayan fallecido).
Padre del Cielo, perdona a esas personas y cúbrelas con tus bendiciones, pues yo las perdono en el nombre Santo de Tu Amadísimo Hijo Jesús y las coloco en mi corazón para que vivan ellos desde mi corazón esta Cuaresma en honor del Príncipe de tus Milicias Celestiales y, una vez libre de ese fardo, acepto quedar en paz.
Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario