Oración Por la Sanación y liberación de las enfermedades y problemas físicos

Buen Jesús, Te compadeciste de los dolientes, y nosotros recurrimos hoy necesitados tu auxilio. Es Tu propia Madre de los Dolores, con sus Pies de autoridad junto al Arcángel San Miguel que nos presenta, para que no seamos olvidados. No mires, te suplicamos por misericordia, nuestros pecado, mira nuestros dolores y enfermedades físicas, sean ellas nuestras o de nuestros amigos, parientes cercanos, hermanos de comunidad y vecinos.

Concédenos, por misericordia, la salud del cuerpo, líbranos de todas las dolencias, porque por Tus Divinas Llagas nosotros ya hemos sido curados. Renunciamos y pedimos ahora la sanación y liberación en este día de la Cuaresma, por los Pies de la Inmaculada Virgen María y bajo el patrocinio de San Miguel, que salgan de nuestras vidas y casas todas las dolencias espirituales originadas de contaminaciones, a través de contactos, comidas y bebidas destinadas a hacernos daño por la mala intención de alguien o armadillas de Satanás.

Renunciamos a toda falsa enfermedad, a toda dolencia psicológica generada por crisis emocionales y de nuestras mentes, dolencias que no se muestran en exámenes o que no mejoran con medicamentos.

Oh María, desde siempre, Dios sujetó al enemigo por debajo de Tu Pies, colocamos ahora debajo de ellos, al enemigo, al dolor, a la enfermedad, sean del origen que sean, pidiendo la sanación y la liberación de todas las dolencias hereditarias, aquellas enfermedades que otras personas de nuestra familia poseen y poseerán, clamando por nuestros parientes y amigos que sufren desatención y dolencias ocasionadas por angustias y soledad, sin apoyo ni ayuda, donde muchas veces se martirizan por la falta de paciencia consigo mismos, que todos puedan ser lavados y purificados en Tu Sangre Redentora; Que toda raíz del pasado y de los antepasados sean visitados, y que sean quebrados ahora debajo de los pies santos de María y la Espada victoriosa de San Miguel, toda alianza y pactos hechos con el maligno.

Pedimos en este día de la Cuaresma Angélica, que recibamos consuelo durante los días de dolor y de sufrimiento, que ellos sirvan para unirnos a Corazón abierto en la Cruz.

Amén.