Como la iglesia, nosotros también precisamos ser llenos de misericordia,
por eso necesitamos de la Eucaristía.
Queremos que todos dejen el pecado.
Queremos que aquellos que participan de nuestra comunidad, de nuestro grupo de oración, de la pastoral, del grupo de matrimonios, queremos que todos ellos sean santos.
No aceptamos que ninguno de contratestimonio.
Pero precisamos estar llenos de misericordia pues cada uno de nosotros se encuentra en proceso de conversión, como siempre digo: "disculpen el trastorno. Estamos en construcción!"
Es preciso confiar en Dios y creer en el otro.
No podemos excluir a nadie. Dios mismo respeta y acompaña el proceso duro y demorado de la conversión de cada uno de nosotros.
Para conseguir vencer los preconceptos y las barreras que tenemos con relación a los demás, para tener un corazón acogedor, humilde, para ser madre, la Iglesia y todos nosotros, necesitamos de la Eucaristía. Ella fue instituida para ser eslabón entre nosotros, por eso, no podemos celebrarla y alimentar, a la vez, resentimientos en el corazón, porque la Cena del Señor es la Cena del Amor y de la Unidad. Como el propio Jesús dice, es preciso que dejemos nuestra ofrenda en el altar y volvamos a reconciliarnos con nuestro hermano.
Dios te Bendiga!
Mons. Jonas Abib
Fundador Comunidad Canção Nova.
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