El padre Rodrigo Miranda, es misionero en Alepo, una de las ciudades más castigadas por la guerra en Siria, donde los cristianos son perseguidos hasta la muerte por el ISIS, y sin embargo se niegan a renunciar a su fe.
«asesinaron a parte de mis parroquianos… Niños decapitados, jóvenes crucificados, mujeres secuestradas. Esto vivimos los cristianos en Siria… Los cristianos de Medio Oriente viven felices su fe. Nunca les he escuchado quejarse….He visto delante mio un mar de muertos… He aprendido a ser sacerdote en Siria. A dar la vida por los demás, a negarme a mi mismo»
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