Si el amanecer me encuentra en las orillas de la vida, de mi vida...
¡Llévame a Aguas Profundas!
Dame el bucear en las profundidades de Tu Amor.
Bien sé que la Diestra del Padre me sustenta,
Que Su alianza es eterna;
que es La Palabra quien me alimenta...
por eso vuelvo a clamarte en la mañana: ¡llévame a aguas profundas!
¡Avívame de nuevo, Espíritu de Amor!
Habla a mi corazón,
Y Si mi boca se calla, si no anuncio Tus preceptos,
si mi vida no cambia... ¿de qué valdría Tu Soplido...?
¡llévame a Aguas Profundas!
¡Avívame de nuevo, Señor!
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