Nuestra predicación debe ser mucho mas inteligente y sutil, el mal se vence con actitudes de bien y de amor, no señalando a los demás por su maldad y sus comportamientos contrarios al Reino. Pero nunca debemos ceder a las pretensiones del mal, incluso si eso nos cuesta la vida. Gastarnos por el bien de los otros es un lema que trae, en ocasiones, consecuencias graves para la vida misma. Nuestra coherencia con el Evangelio debe ser la luz en medio de las tinieblas, dejándonos llevar por la capacidad que tiene Dios de comprar el corazón del hombre, para conducirlo a un cambio radical. Debemos copar de El todos los aspectos de la vida; así debe ser nuestra predicación de su Palabra.Una puerta a la Palabra, devocional, julio 14, 2017, Padre Linero.
domingo, 6 de agosto de 2017
El mal se vence con actitudes de bien y de amor
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