Evangelio según San Lucas 11,29-32
Al ver Jesús que la multitud se apretujaba, comenzó a decir: "Esta es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro que el de Jonás.
Así como Jonás fue un signo para los ninivitas, también el Hijo del hombre lo será para esta generación.
El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí hay alguien que es más que Salomón.
El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás y aquí hay alguien que es más que Jonás.
RESONAR DE LA PALABRA
Queridos hermanos:
Pedimos signos. Somos así. Necesitamos pruebas, necesitamos apuntalar y sostener nuestra poca fe. Somos así. Somos… realmente humanos. Y pareciera que, muchas veces, la vida nos dice: "no se te dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del Hombre para esta generación".
¿No os parece un poco raro este signo que se nos da? El único signo es que tú mismo lo seas para quienes te rodean... Curioso... Y me viene a la mente aquello que nos decían en el colegio: lo importante de todo signo auténtico no es el "significante" (lo que se ve) sino el "significado" (todo a lo que apunta y donde me lleva). Así qué lo más evidente en mí, lo que todos ven, es importante pero lo realmente esencial es lo que significo, aquello a lo que soy capaz de apuntar e invitar a otros... ¡Qué buena noticia!
Y además la Palabra de hoy propone otro reto: saber ver y reconocer a quienes son signo delante de nuestras narices... ¡y nos pasan desapercibidos!, ¡no los reconocemos! Y es que a veces nos cuesta tanto VER alrededor… Ver con mayúscula, ver de verdad.
Se nos juzgará, como dice el evangelio, por nuestra incapacidad para saber ver, para reconocer tantos signos de Reino, de bondad, de verdad, de fidelidad... Porque sin duda, también hay tanto anti-signo queriendo desesperanzarnos y confundirnos…! Corrupción, mentiras, mediocridad, envidia, superficialidad, amargura... Uff...
Pero, ¡mira! Aquí, en medio de nosotros hay Uno que es más que Salomón.... Esta aquí! Sólo es cuestión de reconocerlo! Y me lo digo a mi misma para no olvidarlo: lo importante de todo signo es su capacidad de significado...
La Iglesia hoy recuerda a San Calixto, papa y mártir, probablemente, un esclavo desterrado hacia el año 155 y condenado a trabajos forzados en las minas de Cerdeña durante más de 30 años. Al ser liberado, fue ordenado diacono y después elegido Papa. ¡Otro signo en la Historia! Te invito a visitar las catacumbas de san Calixto virtualmente y a disfrutar recordando la capacidad de “significar” de los primeros cristianos, aún perseguidos y condenados sin ninguna visibilidad social, aparentemente. Curioso, ¿no?
Rosa Ruiz, rmi
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