viernes, 28 de enero de 2022

COMPRENDIENDO LA PALABRA 280122


El Reino de Dios es como la semilla que germina y crece

No podemos pedir a la gracia divina revelar todas sus potencialidades durante el período de crecimiento. La semilla que muere, el delicado tallo que sube, no dicen exactamente lo que portan en ellos. Toda germinación y crecimiento se hacen en el caos o, al menos, en el misterio. El desarrollo pleno sólo extiende las propiedades de la vida ya presente y la calidad del fruto.

En la unión transformante, después de los períodos oscuros que han escondido varias propiedades, la gracia descubre sus riquezas esenciales y muestra que realiza una transformación que nos hace semejantes al amor de Cristo Jesús. La expansión externa de Cristo Jesús en las almas, tomará diversas formas, ya que esta gracia de Cristo es multiforme y brilla con reflejos diversos. Pero la transformaciónen en Cristo debe ser real y profunda y debe afirmarse por la semejanza que crea el amor en la voluntad, los pensamientos, los sentimientos y la actividad exterior. (...)

El doble realismo que debemos exigir de la unión transformante, para reconocerla verdadera y auténticamente cristiana, es la divinización de la naturaleza para que seamos hijos de Dios y la encarnación de la vida divina para que seamos cristianos.


Beato María-Eugenio del Niño Jesús (1894-1967)
carmelita, fundador de Nuestra Señora de Vida
La unión transformante, Quiero ver a Dios (Je veux voir Dieu, Carmel, 1949), trad. sc©evangelizo.org

No hay comentarios:

Publicar un comentario