«Los católicos son pocos en Kazajistán. Pero esta condición, si es vivida con fe, puede llevar frutos evangélicos: sobre todo la bienaventuranza de la pequeñez, del ser levadura, sal y luz contando únicamente con el Señor y no en alguna forma de relevancia humana. Además, la escasez numérica invita a desarrollar las relaciones con los cristianos de otras confesiones, y también la fraternidad con todos. Por tanto, pequeño rebaño, sí, pero abierto, no cerrado, no defensivo, abierto y confiado en la acción del Espíritu Santo, que sopla libremente donde y como quiere»
Francisco
Audiencia General
21-09-2022
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