INTENCIÓN 16 SET 22
La cuaresma de San Miguel es un tiempo de oración y penitencia, de intercesión y de batalla. Sabemos, que el “padre de la mentira”, odia a Dios, y cifra su único interés en apartarnos de Él, utilizando diversas estrategias. Esta realidad nos coloca particularmente de cara a continuas y necesarias elecciones, a un estado de continuo discernimiento de espíritus sabiendo que, como dice mons. Jonas Abib: Quien no adora no resiste.
Unamos nuestra adoración a la que tributan los Coros Angélicos, clamemos un espíritu adorador.
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