sábado, 17 de marzo de 2012
¿Cómo puedo cantar? - Salmo 136
“¿Cómo cantar un cántico del Señor
en tierra extranjera?”
Esta es la cruz y la paradoja de mi propia vida, Señor.
¿Cómo puedo cantar mientras otros lloran?
¿Cómo puedo bailar cuando otros guardan luto?
¿Cómo puedo comer cuando otros pasan hambre?
¿Cómo puedo jugar cuando otros laboran?
¿Cómo puedo vivir cuando otros mueren?
Este mundo es destierro, prueba y sufrimiento;
¿cómo hablar en él de felicidad cuando veo la miseria a mi alrededor y la siento en mi propia alma?
¿Cómo cantar en el destierro?
La corriente del río invita al regocijo, pero nosotros lloramos a su orilla; los árboles hacen ondular sus ramas al ritmo de la música esperada, pero nosotros hemos colgado de ellas nuestra cítaras mudas; la gente nos pide canciones, pero les contestamos con lamentos. ¿Cómo podemos hablar de Jerusalén cuando estamos en Babilonia?
“Junto a los ríos de Babilonia
nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión;
en los sauces de sus orillas
colgábamos nuestras cítaras.
Allí, los que nos deportaban nos invitaban a cantar,
nuestros opresores, a divertirlos:
‘Cantadnos un cantar de Sión.’
¿Cómo cantar un cántico del Señor
en tierra extranjera?”
Haz, Señor, que sienta como mío el dolor de los demás.
No permitas que olvide los sufrimientos de hombres y mujeres cerca y lejos de mí, la aflicción de la humanidad en nuestro tiempo, la agonía de millones frente al hambre, el abandono y la muerte. Que no me vuelva sordo o insensible. La humanidad sufre, y la vida es destierro. Los que sufren son mis hermanos y hermanas, y yo sufro con ellos.
Hay lugar para la alegría en la vida, pero también lo hay para la conciencia seria y trágica de la crisis de nuestro tiempo y de la responsabilidad común de aliviar el sufrimiento y buscar la paz.
Quiero poder cantar, Señor, quiero cantar las alabanzas de tu nombre y las alegrías de la vida como tú me has enseñado a hacerlo en las fiestas de Sión. Pero no puedo cantar en la amargura del destierro. Por eso mi respuesta negativa, “¿cómo puedo cantar?”, es en sí misma una oración para que acortes el destierro, redimas a la humanidad, traigas la alegría a la tierra, y yo pueda volver a cantar.
Si quieres volver a oír los cánticos de Sión, Señor, vuelve a traer la alegría de Sión al corazón de los hombres y mujeres que tú creaste.
Carlos Vallés sj
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