viernes, 9 de marzo de 2012

¿Vamos a pedir hoy la Sabiduría de Dios?

Muchas cosas en la vida son importantes, pero pocas son esenciales. Algo esencial, que no puede faltar en ningún momento, es la sabiduría para saber actuar en el momento adecuado en cada situación, desde la más simple a la más compleja.
Tal vez ya estés preguntando: ¿Cómo puedo adquirirla?
La Palabra del Señor nos responde. “Si alguno de ustedes ve que le falta sabiduría, que se la pida a Dios, pues da con agrado a todo sin hacerse rogar. El se la dará” (Sant 1,5).


Cuando pedimos a Dios lo esencial, Él nos da incondicionalmente.
“Allí en Gabaón Yavhé se le apareció en sueños a Salomón durante la noche. Le dijo: Pídeme lo que quieras y te lo daré”(1 Re 3,5). Él tuvo una oportunidad inigualable y por pocos conquistada. Podría pedir muchos tesoros, salud inquebrantable, una larga y prospera vida.
Sin embargo, él afirmo: “Concede pues a tu servidor que sepa juzgar a tu pueblo y pueda distinguir entre el bien y el mal.
¿Quién podría en realidad gobernar bien a un pueblo tan importante?” (V. 9).
Al desear inteligencia para practicar la justicia, fue contemplado con mucho agrado: “Pues bien te voy a conceder lo que me pediste.
Te doy un corazón tan sabio e inteligente como nadie lo ha tenido antes que tú y como nadie lo tendrá después de ti” (V. 12).
Gracias, Jesús, porque su bondad nos sostiene en todos los momentos.

Luzia Santiago.
Cofundadora de la Comunidad Canción Nueva

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