En el descanso sembraste certezas
y ellas me sostienen.
Así como nada subsiste sin Tu concurso,
así como nada tiene su crecimiento sin Tu cuidado y protección;
Así está mi vida en tus manos!
Por eso a Vos me encomiendo, recurro y clamo:
¡Ven y visítame!
¡Ven y dame Vida en Abundancia!
Abrázame con Tus lazos de Amor.
Abrázame y rodéame fuerte.
Líbrame de toda trampa tendida,
de todo deseo desordenado,
de toda falta de confianza.
Prepárame para las luchas del tiempo presente.
Moldéame para los tiempos de batalla.
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