¡Buen día, Espíritu Santo!
Aquí estoy al despertar para pedir y suplicar:
¡Que no me resista a tu acción!
¡Que no me resista a Vos, Espíritu de Dios!
Ven y penetra cada célula de mi cuerpo,
cada rincón, cada vacío, cada silencio.
Quiebra mis ruidos, temores y seguridades;
Dame el abrirme a Tu gracia, el recibirte,
el bendecirte y el conocerte;
¡En vos, Defensor mío, confío y espero!
Tú que Eres el Eternamente Presente;
Tú Que pusiste orden en el caos primigenio,
Tú que eres Mansedumbre y Paz,
¡Ven a poner orden a mi "pequeño gran caos"!
Que conociéndote te ame,
y amándote se rinda mi ser entero a Tu entera disponibilidad.
¡Amén!
No hay comentarios:
Publicar un comentario