¡Buen día, Espíritu Santo!
Vuelve tu Mirar hacia aquí,
Mírame, est
Te busco, te procuro.
Ansias de Vos tienen mis entrañas,
Tú eres quien aquieta mis agitaciones.
Tú, sólo Tú, apagas mis egoísmos
enmudece mis pretensiones,
doblega mis inclinaciones.
Tú Presencia enciende esperanzas,
Alegra mis depresiones,
Fortalece en mis fatigas.
Por eso no me canso al decirte:
¡Ven, derrama Tu gracia en mi!
Y háblame, ¿qué podemos hacer juntos hoy?
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