«Pidamos al Padre, que ha elegido hacer de los esposos su «verdadera escultura viviente». Recién casados: escuchad cual es vuestra vocación. Que derrame su Espíritu sobre los matrimonios cristianos que, a ejemplo de Aquila y Priscila, abran las puertas de sus corazones a Cristo y a sus hermanos y transformen sus hogares en iglesias domésticas. Recemos a los santos Áquila y Priscila, para que enseñen a nuestras familias a ser como ellos: una iglesia doméstica donde hay humus para que la fe crezca»
Francisco
Audiencia General 13-11-2019
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