domingo, 15 de septiembre de 2024

No despreciará a aquelllos que erran

“Aunque debamos honrar a todos los soldados del Cielo, aún así,
más particularmente debemos honrar al Glorioso San Miguel,
como Jefe y Capitán de todos.
Reverenciémosle por la gracia soberana, por la prerrogativa singular,
por el oficio que ejerce, por la fortaleza invencible,
por la benevolencia del Señor que lo creó,
y por la constancia con la cual sirvió en aquella grandísima batalla que trabó contra el Dragón infernal y todos sus seguidores.
Porque, con toda razón, la Santa iglesia lo honra,
reconociéndolo como su especial y particular Defensor,
continuo Intercesor y Príncipe de la Corte Celestial,
y por el hecho de recibir con gran caridad
todas las almas de los elegidos de Dios.

Por lo tanto, cada uno de nosotros, y todos juntos,
reconozcamos a nuestro Protector, alabémosle,
visitémosle para que él nos escuche, con nuestra devoción,
y alegrémoslo con el cambio de nuestra vida.

El no despreciará aquellos que erran,
ni rechazará a los que en él confían,
ni se apartará de aquellos que lo aman;
pues el defiende a los humildes, conforta a los cansados,
abraza a los inocentes, vigila sobre nuestra vida,
nos guía por el camino, y nos conduce a nuestra Patria Celeste, 
donde Jesucristo, Nuestro Señor,
verdadero Esposo de su Iglesia,
reina con el Padre y con el Espíritu Santo
por los siglos de los siglos. Amén” (1)

San Lorenzo Justiniano
Sermón de San Miguel; “Grandezze dell´Arcangelo San Michele. Roma; Giovanni Zempel, presso Monte Giordano, 1739, p.20

Referencias:
(1) Quien no pueda practicar el ayuno cuaresmal, procure por lo menos meditar las grandezas del Santo Arcángel, rezar el Rosario de San Miguel, y hacer otros ejercicios espirituales aconsejados por el confesor.

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