“El sueño de Dios siempre fue un mundo bello, reflejo de su gloria. Pero nosotros hicimos de él un mundo feo, lleno de violencia, contra la hermana tierra, la hermana agua, la hermana planta, contra los hermanos hombres, hermanas mujeres, contra el omnipotente Gran Señor” San Francisco de Asis
Jesús demuestra Su amor por nosotros en los hechos y nosotros, como hijos amados de Dios, necesitamos vivir el amor y producir frutos del Reino de Dios con nuestros gestos, palabras y pensamientos. Debemos siempre preguntarnos si estamos produciendo frutos de conversión o si estamos decepcionando a Dios con nuestras acciones.
“En fin, mis hermanos, todo lo que es verdadero y noble, todo lo que es justo y puro, todo lo que es amable y digno de honra, todo lo que haya de virtuoso y merecedor de alabanza, debe ser el objeto de sus pensamientos.” (Fl 4,8).
Con mucha simplicidad de corazón y humidad, recemos a lo largo de este dia: “¡Ven Espíritu Santo!” para que Él nos revele en qué necesitamos convertirnos para vivir verdaderamente el amor y el perdón.
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