«La velocidad con la que se suceden las informaciones supera nuestra capacidad de reflexión y de juicio, y no permite una expresión mesurada y correcta de uno mismo. La variedad de las opiniones expresadas puede ser percibida como una riqueza, pero también es posible encerrarse en una esfera hecha de informaciones que sólo correspondan a nuestras expectativas e ideas, o incluso a determinados intereses políticos y económicos» (Papa Francisco) Ofrece tu día por las intenciones del Papa. ¡Inicia tu día abriéndote a la sorpresa y la novedad! ¡Recibe lo que el día te regala, aunque no sea lo esperado!
Con Jesús durante el día.
«Entre tanto, miles de persona se agolpaban pisándose unos a otros. Él se dirigió primero a los discípulos: Cuídense de la levadura -o sea de la hipocresía- de los fariseos» (Lc 12, 1). Cuida la autenticidad, ¿Sientes que puedes ser tú mismo o que te pasas buscando agradar a los demás? Cuida del amor sincero hacia ti mismo y podrás amar a los demás con libertad.
Con Jesús por la noche.
Recuerda a las personas y agradece. Trae a la memoria las personas con las que has compartido hoy. ¿Qué te han dejado? ¿Cómo ha sido ese encuentro? ¿Qué le agradeces? Aún las situaciones difíciles nos dejan enseñanzas.
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