sábado, 8 de octubre de 2016

Liturgia Viva al despertar 08102016

En el  evangelio de hoy una mujer admira a Jesús, y quizás con una pizca de celos, exclama que ciertamente la madre de Jesús tiene que ser una mujer afortunada por tener tal hijo. La respuesta de Jesús va más honda, hacia una maternidad más profunda. La maternidad de los que llevan a Jesús, que es  la Palabra viva de Dios, en su corazón y en su vida: es decir,  aquellos que aceptan y siguen seriamente a Jesús con fe.


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