Si te sientes triste, no te dejes llevar por las ilusiones, más bien dirige tu atención a algo que merezca la pena y verás cómo aquello desaparece.
No es necesario repetir que el joven debe cuidarse de caer en este peligro tan terrible. ¡No sigas ese camino! Aparta las señales que le preceden: la tristeza sin sentido y el sentimiento de soledad. ¡Oponete con todas tus fuerzas! Si te sientes triste, no te dejes llevar por las ilusiones, más bien dirige tu atención a algo que merezca la pena y verás cómo aquello desaparece.
Si empiezas a auto-compadecerte o a recordar lo bueno que eres, aleja inmediatamente todos esos pensamientos, lleno de severidad y decisión para contigo mismo, purificando tu mente y limpiándola de todo lo que hay ahí. Humillarte, para disipar esa vanidad, voluntaria o espontáneamente, será como arrojar agua a un fuego que arde.
(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Calea spre mântuire, traducere de Bogdan Pârâială, Editura Bunavestire, Bacău, 1999, p. 78) Doxologia
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