Con Jesús por la mañana.
“La avaricia, la intolerancia, la ambición de poder… son motivos que alimentan el espíritu bélico, y estos motivos a menudo encuentran justificación en una ideología; pero antes está la pasión… y cuando no es la ideología, está la respuesta de Caín: ¿A mí qué me importa? ¿Soy yo el guardián de mi hermano? (Gn 4, 9). La guerra no mira a nadie a la cara: ancianos, niños, madres, padres… ¿A mí qué me importa?” (Papa Francisco). Ofrece tu día por la intención del Papa. Observa tus actitudes y reflexiona ¿Qué motivos te mueven a actuar, la vanidad o el servicio?
Con Jesús por la tarde.
«Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes» (Mt 6, 14). ¿Necesitas ser perdonado? ¿Pides perdón a los demás? ¿Acudes al sacramento de la Reconciliación buscando el abrazo sanador del Padre? Repite al ritmo de tu respiración: «Justicia y verdad son las obras de tus manos, Señor»
Con Jesús por la noche.
Repasa el día. ¿Crees que vas creciendo interiormente? ¿Hay alguna cosa que te incomodó de tus acciones, pensamientos, deseos? ¿Hay algo que quieras agradecer especialmente? Entrega esta noche a tu Padre del cielo, tus preocupaciones.
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