Todo cristiano tiene derecho a elegir su padre espiritual.
Si no conoces bien la voluntad de Dios, búscate un buen confesor. Porque no todos tenemos la posibilidad de conocer bien las Escrituras y los tratados de los Santos Padres, ¿no? Pero, un padre espiritual es muy necesario. Todo cristiano tiene derecho a elegir su padre espiritual; no estás obligado a elegir al sacerdote que te bautizó o al párroco de tu vecindario, ni al padre de la institución en donde trabajas, no. Es tu elección. Tú decides quién será tu confesor, tú sabes a quién confiarle tu vida espiritual.
(Traducido de: Părintele Adrian Făgeţeanu, Viaţa mea. Mărturia mea ‒ Interviuri de Andrei Dârlău, volum coordonat de Ciprian Voicilă, Editura Areopag, București, 2011, p. 65) - Doxologia
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