El Sagrado Corazón de Jesús
Al celebrar el Sagrado Corazón de Jesús, recordamos a Santa Margarita María Alacoque, una monjita muy devota que, en 1673, estando en oración ante el Santísimo Sacramento, tuvo una visión de Jesús, que se repetiría todos los primeros viernes de mes por espacio de dos años.
Luego, el 16 de junio de 1675, se le apareció nuevamente Jesús y le mostró su Corazón, rodeado de llamas de amor, coronado de espinas, con una herida abierta que manaba sangre, y de cuyo interior salía una cruz. El Señor, señalando con su mano, le dijo:
“He aquí este Corazón que ha amado tanto a los hombres, que no ha omitido nada hasta agotarse y consumirse para manifestarles su amor, y por todo reconocimiento, no recibe de la mayor parte más que ingratitudes, desprecios, irreverencias y tibiezas que tienen para mí en este sacramento de amor.”
Fue entonces cuando Jesús le dio el encargo de difundir la devoción a su Sagrado Corazón, cuyo propósito es enseñar a los fieles a honrar el Corazón misericordioso de Jesús como símbolo del amor de Dios a sus hijos, para que al contemplarle nos sintamos movidos a amarlo sincera y verdaderamente y ofrecerle nuestros sacrificios como reparación por todas las ingratitudes que se cometen contra él.
A continuación proponemos una plegaria de consagración al Sagrado Corazón de Jesús:
Amado Jesucristo, Señor mío, me entrego a ti sin reservas y consagro toda mi persona, mi vida, mis acciones, penas y sufrimientos a tu Sagrado Corazón, para que tú me utilices para honrar, amar y glorificar tu Sagrado Corazón.
Deseo tomarte, Oh Sagrado Corazón de Jesús, como el único objeto de mi amor, el guardián de mi vida, mi seguro de salvación, el remedio para mis debilidades e inconstancia, la solución a los errores de mi vida y mi refugio seguro a la hora de la muerte. Pongo toda mi confianza en ti, temo mis debilidades y fallas, pero tengo esperanza en tu divinidad y bondad.
Permite que yo obtenga de tu amada bondad la gracia de tener mi nombre escrito en tu Corazón, para depositar en ti toda mi felicidad y gloria, vivir y morir en bondad tuya.
“Oh Sagrado Corazón de Jesús, quita de mí todo lo que esté mal y todo lo que provoque que no haga tu santa voluntad.”Deuteronomio 7, 6-11
Salmo 103(102), 1-4. 6-8. 10
1 Juan 4, 7-16
fuente: Devocionario católico la palabra con nosotros
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