Con Jesús por la mañana.
«Otra clase de guerra que viven muchas de nuestras sociedades con el fenómeno del narcotráfico. Una guerra “asumida” y pobremente combatida. El narcotráfico por su propia dinámica va acompañado de la trata de personas, del lavado de activos, del tráfico de armas, de la explotación infantil y de otras formas de corrupción» (Papa Francisco). Ofrece tu día por la intención del Papa. Visita al Santísimo Sacramento y pide por los que luchan contra el narcotráfico y sus familiares. Acércate a un niño necesitado y ayúdalo en su necesidad de acogida, de vestido o alimento.
Con Jesús por la tarde.
«No juzguen, para no ser juzgados» (Mt 7,1). ¿Eres consciente de tus pensamientos que te quitan la paz? ¿Alimentas tus sentimientos de rencor? ¿Tus actos buscan conciliación con los demás? Repite con tu respiración y degusta cada palabra: «Dichoso el pueblo que el Señor escogió como heredad»
Con Jesús por la noche.
Vivir en plenitud. ¿Cómo ha sido tu día? ¿En qué momento te has sentido pleno? ¿En cuáles te has sentido seco y vacío? ¿A qué atribuyes la diferencia? Apunta lo que recuerdas. Registra tu camino de crecimiento interior como un cuaderno de navegación por tu vida al que puedas recurrir cuando falle la memoria. ¿Qué deseas agradecer? ¿De qué quieres pedir perdón?
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