
Por eso es sumamente importante saber que nuestra vida emocional no es lo mismo que nuestra vida espiritual. Nuestra vida espiritual es la Vida del Espíritu de Dios en nosotros. Cuando sentimos que nuestras emociones cambian, debemos poner nuestros espíritus en contacto con el Espíritu de Dios y recordar que una cosa es sentir y otra distinta, ser.
Somos, y seguiremos siendo los hijos amados de Dios, sean cuales sean nuestros humores."
Henri Nouwen
No hay comentarios:
Publicar un comentario