martes, 10 de mayo de 2016

Experiencia de Avivamiento - Día 45

Comencemos nuestra experiencia...

+ En el Nombre del Padre,
+ del Hijo
+ y del Espíritu Santo. Amén.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de Tus fieles y enciende en ellos el Fuego de Tu Amor.
Envía, Señor Tu Espíritu,
todo será creado y renovarás la faz de la tierra.

Oremos:
Oh Dios, que instruiste los corazones de Tus fieles con la luz del Espíritu Santo,
haz que apreciemos rectamente todas las cosas,
según Tu Santo Espíritu
y gocemos de Sus consuelos,
Por Cristo Nuestro Señor.
¡Amén!

Te pedimos, Señor, que esta Palabra se vuelva viva y eficaz
en nuestra vida y no vuelva a Tí, Señor sin producir en nosotros el efecto esperado.

2 Timoteo 1, 6
"Por eso te recomiendo que reavives el don de Dios que has recibido por la imposición de mis manos."
Pablo le da una dirección precisa a Timoteo, pues él sabía de la gran lucha que estaba enfrentando al frente de la Iglesia. A pesar de ser nuevo, estaba desgastado con las persecuciones y las incomprensiones de los miembros de esa comunidad. Todo este desgaste generó desánimo, sentimiento de fracaso, un sufrimiento profundo, y el riesgo del apartamiento de aquello que es voluntad del Señor.

El secreto de la perseverancia es dado por el Apóstol: "reavivar el carisma que Dios te concedió por la imposición de mis manos". O sea, reasumir aquello que el era, un ungido de Dios, que recibió la ordenación por la imposición de las manos de Pablo, juntamente con la autoridad y la legitimidad para estar al frente de aquella comunidad, tornándose un hombre lleno del Espíritu Santo.
Por eso, no tenía el derecho de ceder a la presión de aquellos que se oponían a él, pero debería continuar fiel, cumpliendo su misión. En otro texto, Pablo va a decir a Timoteo: "Nadie te menosprecie por ser joven" (1 Tm 4, 12)

En ésta dirección, que Dios nos da, necesitamos asumir realidades importantes en el día de hoy, reavivar la llama del carisma que está en nosotros, especialmente todo aquel que recibimos en el día en que sobre nosotros nuestros hermanos impusieron las manos y pidieron que fuésemos bautizados con Espíritu Santo.
Reavivar, re-encender, es un llamado de Dios, por lo tanto, se hace necesario percibir que no depende solamente de Dios, pues Él quiere siempre reavivar; necesitamos dar los pasos en esa dirección y buscar este reavivamiento. Esto no acontecerá como un pase mágico, sino con nuestra entrega y búsqueda por el avivamiento.
Yo siempre busco en oración la apertura de mi corazón al Espíritu Santo, suplicando que Él haga una gran obra en mi y que todos los días experimente este avivamiento, que va a mantenerme en el camino, en la profecía.
Es muy importante recordar que existen con nosotros personas nuevas en el caminar, en edad y de experiencia con Jesús y con el Espíritu Santo, y que han sido levantadas por el Señor.
Así como Pablo dijo a Timoteo, digo a los nuevos: "Nadie te menosprecie por ser jóven".
Dios usa a los nuevos para provocar a los viejos, para sacarlos de la comodidad, de la pasividad y el sopor. Profetas jóvenes y avivados.
Y digo a los viejos: no maltraten a los jóvenes, no duden de la acción del Espíritu en la vida de ellos, no los espanten o los aparten, sino sean una presencia de sabiduría y de incentivo, y nunca un balde de agua fría en la experiencia que ellos están haciendo.
No sean enemigos de la obra del Espíritu y no sean por lo tanto un punto de desánimo en la vida de los nuevos, si eres del Espíritu vas a ser un incentivador y no un desanimador. Siempre trae a la mente lo que Pablo dijo a Timoteo con relación a los nuevos: "Nadie te menosprecie por ser joven".
Dales oportunidad, respétalos, pues Dios habla por boca de los pequeñitos.
La dirección que Dios nos muestra es la misma que dio a Pablo y Timoteo.
Tal vez estemos agotados y cansados de las persecuciones e incomprensiones, por lo tanto necesitamos sinceramente ver si estamos dispuestos a pagar el precio de la unción, del avivamiento, de la voluntad de Dios.
Si no estamos dispuestos, tenemos que tener el coraje de salir y decir que es demasiado, teniendo la certeza que Dios no nos obliga a nada.
Si estamos dispuestos a pagar el precio, busquemos aquello que Pablo enseñó y continuemos la lucha hasta el fin: "Por eso, quiero exhortarte a reavivar el carisma que Dios te concedió por la imposición de mis manos".
Así sea.
Amén!

Mortificación
Busca personas para que recen por ti pidiendo que seas reavivado en tu vida el don de Dios, los carismas y el bautismo en el Espíritu Santo.

Oración de clamor
Mi Dios, lo que más quiero experimentar en mi vida es ser reavivado por Tu Espíritu.   Deseo exactamente eso, vivo buscando esa gracia: que sea reavivado en mi el carisma que el Señor me concedió.
Confieso que he andado cansado, abatido, desanimado, desgastado, exactamente por la oposición que existe de aquellos que quieren ser fieles, que quieren hacer lo cierto y principalmente, que quieren ser dóciles a la acción de Tu Espíritu.
Sé que Tu enemigo ha usado personas para tocarme, muchas de ellas fueron importantes en mi caminar, y eso me decepcionó tanto! A pesar de todo, quiero perdonar cada una de ellas y pedir que experimenten de la gracia y del poder de Tu Espíritu, para caminar en Su visión.
Necesito reconocer que todavía soy muy frágil, ya pensé en desistir, volver atrás, abandonar la visión y el carisma, pero delante de la exhortación de Pablo a Timoteo quiero retomar todas las cosas.
Si hay persecución y oposición, es una gran señal de que he caminado en la bendición y en Tu voluntad y he incomodado al infierno; si existen dificultades, son para probar mi fe, para que yo de una respuesta muy concreta y decidida al Señor, decisión por el avivamiento del Espíritu Santo. Estoy abierto para que lo nuevo acontezca en mi vida, , quiero descansar en Ti, quiero ser conducido todos los días por Tu Espíritu Santo a los lugares altos de la adoración, quiero hacer Tu voluntad, aunque esta voluntad sea un riesgo en  mi vida, como los apóstoles vivieron el peligro por amor al Señor, al Evangelio, a la misión.
Señor, que yo nunca quiera explicaciones, pero que haya en mi vida rendición, disposición de sacrificio, obediencia ciega a la dirección de Tu Espíritu Santo.
Aquí estoy para hacer Tu voluntad, quiero trasbordar de Tu gracia, quiero avanzar en la búsqueda del cumplimiento de Tu voluntad.
No voy a abandonar el barco, voy a seguir adelante, aún solo, cansado y frágil, voy a seguir adelante, pues sigo a Aquel que nunca me deja solo, pues sé que me darás descanso y que eres mi fortaleza.
Ven, Espíritu Santo, aviva el carisma que el Padre me concedió.
Amén.
Aleluia!
Gloria a Dios!

Deja al Espíritu Santo llevarte a la experiencia de un gran clamor para,
entonces, poder revelar lo que el tiene para tu vida.
Ora todo lo que puedas en lenguas.

Sobre la base de "Profecia do Avivamento"
p. Roger Luis - Canção Nova.
Adaptación de textos originales en português.

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