Martes 26 de julio
Con Jesús por la mañana.
Jesús resucita de la muerte y sale al encuentro a sus amigos para quienes la presencia de su maestro al comienzo no fue evidente, sino signo de confusión y desentendimiento. Así lo vivieron los discípulos de Emaús. Sin embargo, hace brillar para ellos una versión diferente de la historia que ellos contaban de su maestro que no habían reconocido. Ilumina sus historias con un brillo desconocido hasta entonces. Ofrezco mi día por las intenciones del Papa. ¿De qué otro modo pueden ser vistos los acontecimientos que vivo a los ojos de Dios? ¿Puede existir una versión diferente a los ojos de Jesús?
Con Jesús durante el día.
«El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre» (Mt 13, 37) Cambia la queja por la pregunta. Si preguntas a Jesús no busques tus propias respuestas, escucha en el silencio de la oración la voz del Señor. ¿Qué puedo aprender de lo que estoy viviendo?
Con Jesús por la noche.
Agradezco mi día a Jesús. ¿Pude abrirme a un nuevo entendimiento de esa historia que me pesa? ¿Logré dejar que Jesús reinterprete los acontecimientos de mi vida? Pido perdón. Mañana buscaré aprender otras perspectivas en lugar de juzgar apresuradamente lo que vivo. Pido para que todos los pueblos aprendamos que la diferencia enriquece, y no condenemos excluyendo a las minorías.
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