miércoles, 21 de marzo de 2018

RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Juan 8,31-42.

Evangelio según San Juan 8,31-42. 
 Jesús dijo a aquellos judíos que habían creído en él: "Si ustedes permanecen fieles a mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos: 
Ellos le respondieron: "Somos descendientes de Abraham y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo puedes decir entonces: 'Ustedes serán libres'?". 
Jesús les respondió: "Les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado. 
El esclavo no permanece para siempre en la casa; el hijo, en cambio, permanece para siempre. 
Por eso, si el Hijo los libera, ustedes serán realmente libres. 
Yo sé que ustedes son descendientes de Abraham, pero tratan de matarme porque mi palabra no penetra en ustedes. 
Yo digo lo que he visto junto a mi Padre, y ustedes hacen lo que han aprendido de su padre". 
Ellos le replicaron: "Nuestro padre es Abraham". Y Jesús les dijo: "Si ustedes fueran hijos de Abraham obrarían como él. 
Pero ahora quieren matarme a mí, al hombre que les dice la verdad que ha oído de Dios. Abraham no hizo eso. 
Pero ustedes obran como su padre". Ellos le dijeron: "Nosotros no hemos nacido de la prostitución; tenemos un solo Padre, que es Dios". Jesús prosiguió: 
"Si Dios fuera su Padre, ustedes me amarían, porque yo he salido de Dios y vengo de él. No he venido por mí mismo, sino que él me envió. 
conocerán la verdad y la verdad los hará libres". 

RESONAR DE LA PALABRA

Queridos hermanos:

En el diálogo que Jesús mantiene con los dirigentes judíos muestra su identidad más profunda: "si os mantenéis fieles a mi palabra...conoceréis la verdad y la verdad os hará libres"..."yo hablo de lo que he visto estando junto a mi Padre" (Evangelio). Es necesario el paso de una fe inicial, entusiasta, que acepta a Jesús como Mesías-Profeta a la confesión cristiana de la fe que le reconoce como Hijo de Dios. Así confesamos la Verdad que nos hace libres, hijos de Dios en el Hijo que nos le da a conocer.

Hago silencio; me dispongo a orar; "Señor Jesús: en el camino cuaresmal te acercas a mí y me hablas al corazón; en los santos descubro las señales del paso de una fe infantil a una fe adulta: Pablo, alcanzado por Ti, afirma que lo que antes consideraba ganancia, ahora es pérdida; su nuevo tesoro es conocerte para amarte y seguirte; lo demás lo considera basura. Testimonios como este sacuden mi fe adormecida, cuestionan mi rutina y oro, Señor, para que conozcas mi búsqueda y mi pobreza.

Soy sincero, te confieso que me relaciono contigo "razonablemente"; eres un referente que me aporta seguridad, pero te comparto con otros "señores". Quiero que me ayudes a purificar mis motivaciones humanas para que hagas de mí tu discípulo, tu amigo. Te ruego que me ayudes a recorrer tu camino hasta poder vivir en tu Paz, consolado o desolado, porque Tú llegues a ser, en verdad, Señor de mi vida.

Todavía soy yo el dueño de mi vida; hazme experimentar tu verdad que nos hace libres; en este proceso me abandonaré a tu Amor y te seguiré adonde quiera que vayas. Hazme nacer de nuevo a la vida en el Espíritu que te resucitó y nos resucita; que me sienta aludido por el dicho de tu Apóstol: Somos una nueva Criatura, lo viejo ha pasado y ha aparecido algo nuevo, sin imposiciones, ni legalismos; está brotando la primavera del Epíritu.

Ven, Espíritu Santo, porque donde Tú estás hay libertad, verdad, humildad; hay comunión y esperanza, hay alegría y paz. Ven porque donde Tú estás está Cristo, ven para que no nos falten profetas y testigos, ven y enséñanos a orar, a decir "sí"; ven porque eres capaz de poner gozo secreto en medio del sufrimiento. Con tu fuerza levántame del suelo, quítame los miedos y haz que no abandone el Camino que me lleva a la Vida con mis hermanos. Amén".

Fraternalmente:
Jaime Aceña Cuadrado cmf

fuente del comentario CIUDAD REDONDA

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