jueves, 14 de junio de 2018

COMPRENDIENDO LA PALABRA 140618

«Ve primero a reconciliarte con tu hermano»

      La Iglesia no existe para que viniendo permanezcamos divididos, pero para que nuestras divisiones se apaguen; es el sentido de la asamblea. Si es para la eucaristía que venimos, no hagamos actos que contradigan la eucaristía, no le causemos pena a nuestro hermano. Vengamos a dar gracias por los favores recibidos: no se separen de su prójimo. 

      Es a todos sin distinción que Cristo ofrece su cuerpo diciendo: «Tomen y coman todos». ¿Por qué no admiten a todos en su mesa?...Hacen memoria de Cristo, ¿y desprecian al pobre?...Comparten ese alimento divino; deben ser más compasivos con los hombres. Bebieron la sangre del Señor ¿y no reconocen a su hermano? Incluso si lo han desconocido hasta ahora, deben reconocerlo en esta mesa. Todos debemos estar en la Iglesia como en una misma casa: formamos un solo cuerpo. Tenemos un solo bautismo, una misma mesa, una misma fuente, y también un solo Padre (Ef 4:5; 1Cor 10:17). 


San Juan Crisóstomo (c. 345-407), presbítero en Antioquía, después obispo de Constantinopla, doctor de la Iglesia 
Homilías sobre la 1era carta a los Corintios

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