Señor y Dios mío, fiel compañero,
¡haz que deje de huir de lo que es toda mi felicidad!
Tú eres la fuente de mi vida y anhelo lanzarme en Tus Divinos brazos.
Tú eres Luz, y yo he acabado creyendo a quienes me dicen que eres Noche.
Tú te expresas a través de todas mis palabras, y yo no escucho para nada.
Tú me sostienes en todos mis impulsos,
y éstos acaban en cualquier parte menos en ti.
Tú eres lo más cercano que yo tengo... y lo más ignorado.
Por eso te ofrezco, al comenzar el día, cuando busco en el descanso Tu Fuerza,
Lo poco que tengo para que hagas Tu Obra,
Una obra nueva.
Tú eres la fuente de mi vida y anhelo lanzarme en Tus Divinos brazos.
Tú eres Luz, y yo he acabado creyendo a quienes me dicen que eres Noche.
Tú te expresas a través de todas mis palabras, y yo no escucho para nada.
Tú me sostienes en todos mis impulsos,
y éstos acaban en cualquier parte menos en ti.
Tú eres lo más cercano que yo tengo... y lo más ignorado.
Por eso te ofrezco, al comenzar el día, cuando busco en el descanso Tu Fuerza,
Lo poco que tengo para que hagas Tu Obra,
Una obra nueva.
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