martes, 28 de mayo de 2024

RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Marcos 10,28-31



Evangelio según San Marcos 10,28-31

Pedro le dijo a Jesús: "Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido".

Jesús respondió: "Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y hermanas, madre y padre, hijos o campos por mí y por la Buena Noticia,

desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres, hijos y, campos, en medio de las persecuciones; y en el mundo futuro recibirá la Vida eterna.

Muchos de los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros".


RESONAR DE LA PALABRA


Querido amigo/a:

Tener y acumular es una práctica mundana que contradice la dinámica evangélica de dejar y desprenderse. Muchos se afanan en su vida en alcanzar metas a golpe de acumular, como si esto fuera garantía de realización personal y felicidad. Pero a poco que te pongas a analizar, te das cuenta de que tener y acumular no llena tu vacío existencial.

En la respuesta que Jesús da hoy a los que le siguen, nos recuerda a todos donde está la clave de una vida realizada: quien deja, recibe cien veces más, se realiza y encuentra. Porque cuando más das, más recibes. Y a la inversa.

¿Cuál es el precio que estás dispuesto a pagar por seguir al Maestro? ¿Qué te cuesta dejar? La dinámica del evangelio es muy sencilla, pero a la vez, muy contra corriente: cuanto más acumulas y ahorras, más pobre eres, porque recibes menos ya en esta vida. Si no te entregas, no arriesgas, no sales de tu zona de confort, no saltas en paracaídas y no vives ninguna aventura; tu vida es pura monotonía, aburrida como una seta, sin novedades interesantes, un rollo. Sin embargo, cuanto más arriesgas, más das; cuanto más apuestas y más vuelas, más experiencias llenas de vida recorres, a más gente conoces, más aire de Dios se mueve dentro de ti, más rico eres. Al revés que en la lógica del mentalidad actual.

El apóstol Pedro, en la primera lectura de hoy, nos anima a: “estad interiormente preparados para la acción, controlándoos bien, a la expectativa del don que os va a traer la revelación de Jesucristo”. No le falta razón, dejar para seguir mejor a Jesús requiere una actitud de esfuerzo que debe ser animada por el Espíritu Santo. Se trata de dejarse llevar y confiar.

A Dios no le gana nadie en generosidad. Si tú le das tres, Él te lo multiplica por cien. ¡Pruébalo!

Nuestro hermano en la fe:

Juan Lozano, cmf.

fuente del comentario CIUDAD REDONDA
 

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