"Lo más importante no son los atropellos, las penas, los resentimientos o todas las secuelas que quedan de las relaciones que no han sido bien llevadas. Todo eso es un aprendizaje, todo eso concurre para el bien de los que esperan en Dios, porque el Señor toma todas las cosas, incluso el mismo caos para construir el mundo, edificar el universo. Él también toma nuestras diferencias, nuestras dificultades y construye la unidad del cuerpo de Dios. No podemos estar al servicio de la desunión, la pelea, y la separación. Quién está unido a Jesús busca construir unidad donde él se hace presente."
p. Roger Araujo
Adaptación del original en portugués
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