“El primero de los misterios se llama pureza y se alcanza al cumplir con los mandamientos.”
El propósito de cristiano es la vida en la Santísima Trinidad y Su contemplación. De acuerdo a San Isaac, el amor es “la contemplación primordial de la Santísima Trinidad”. “El primero de los misterios se llama pureza y se alcanza al cumplir con los mandamientos. Pero la contemplación representa, de hecho, la contemplación espiritual de la mente”. Esta aparece cuando “la mente entra en un estado de arrebato espiritual y de comprensión de lo que fue y de lo que será”.
(Traducido de: Părintele Iustin Popovici, Credința Ortodoxă și viața în Hristos, Traducere: prof. Paul Bălan, Editura Bunavestire, Galaţi, 2003, p. 72)
No hay comentarios:
Publicar un comentario