“Preparad el camino, preparad el camino del Señor”
Esta es también una parte de una canción que dice: “Veo un Rey que viene de las montañas”. Sí, nosotros lo veremos porque el regreso del Señor está cada día más cerca.
Mucha gente piensa que el Adviento es simplemente una preparación para Navidad, pero es mucho más que eso, es la preparación para la segunda venida de Jesús. Mirando hacia la primera venida del Señor, en Belén, somos impulsados a mirar hacia adelante, para el Señor que vendrá una segunda vez. Hoy, el regreso del Señor está más cerca que ayer pero no tan cercana como lo estará mañana. Por lo tanto ¡Ven Señor Jesús!
La principal lectura de hoy es la segunda Carta de San Pedro 2,8-14. Hoy existen muchos que son verdaderos perseguidores de la Iglesia y de la Palabra de Dios y hasta dudan de sus enseñanzas. La primera venida de Nuestro Señor Jesucristo fue linda pero su venida gloriosa será mucho más linda todavía. La primera vez el Señor terminó los días entre nosotros muerto en la cruz y después resucitó, pero cuando venga de nuevo, vendrá sobre nubes con poder y gloria. Todos los ojos Lo verán del Oriente al Occidente. Tanto aquellos que lo amaron y lo aceptaron, como los que no lo aceptaron, todos lo verán, pues El vendrá.
Cuando el Señor venga, los muertos resucitarán y aquellos que estén vivos no necesitarán morir pues serán transformados en cuerpos gloriosos. Así subiremos todos con El hacia los nuevos cielos y la nueva tierra y estaremos con el Señor para siempre. Entonces El secará todas nuestras lágrimas, no habrá más luto ni dolor. Sin embargo el Señor necesitará hacer también una gran limpieza sobre la faz de la tierra. Será terrible, si, pero solo para aquellos que no quisieron aceptar al Señor y que llevaron una vida depravada, lejos de Dios.
Nosotros, que queremos vivir con el Señor hasta el último suspiro de nuestra vida, seremos arrebatados a Su encuentro en los aires. Eso será lo más lindo que nos sucederá. La Palabra de Dios, en la Segunda Carta de San Pedro dice que el Señor no tarda en cumplir su Promesa, como piensan algunos, que creen que está demorando. Él está usando su paciencia con nosotros, pues no desea que nadie se pierda. Al contrario, quiere que todos se conviertan (II Pedro 3,9).
Piensa: Si el Señor hubiese vuelto o si tu hubieses muerto hace veinte, diez, cinco o 1 año atrás,¿te habrías salvado? El Señor no quiere que nos perdamos, al contrario, El quiere que todos se salven. Y San Pedro nos da el tip: “Ya que todas las cosas se desintegrarán de esa manera, ¡qué santa y piadosa debe ser la conducta de ustedes, esperando y acelerando la venida del Día del Señor! Entonces se consumirán los cielos y los elementos quedarán fundidos por el fuego.” (II Pedro 3, 11 -12).
Sobre la base de un hombre luchador, cumplidor de sus obligaciones y trabajador es que se talla la imagen de un hombre cristiano. Según San Pablo, la voluntad de Dios, para cada hombre, para cada mujer, es nuestra santificación. Y por la gracia de Dios debemos ser santos. “¡Qué santidad de vida, que respeto con Dios”, nuestra sociedad actual no respeta a Dios ni a los que son de Dios. Nuestra santidad apurará la venida del Señor, eso está claro en las Sagradas Escrituras (cf. 1 Cor 15).
En su primera venida, Jesús tuvo un mensajero, un profeta para preparar Su camino y en su seguda venida, que será la definitiva, El no quiere tener un profeta, quiere muchos. El te quiere como su mensajero, como mensajero del Señor que viene. Necesitamos creer, apostar en la venida del Señor y anunciar esta gracia por todos los medios que tenemos para que apuremos Su venida. Y esta es justamente la palabra de Juan Bautista y debe ser también nuestra: “Preparad los caminos del Señor y enderezad las calles”. Hay tantas cosas “chuecas” en nuestras vidas, familias, donde trabajamos, en algunas realidades de la Iglesia, en la política, en la educación, en la jurisprudencia y todo eso necesita ser enderezado ahora, mientras tenemos tiempo! No vamos a esperar a que el Señor venga y queme todo con Su fuego. ¡No, eso no puede pasar!
Enderecen las cosas entre ustedes, esposos y con sus hijos. Tú necesitas ser una persona vigorosa para arrastrar a tus padres, a tus hijos y a tus hijas para el Señor. ¡El tiempo es ahora! Pidamos al Señor vigor para salvarlos.
Estamos aquí para que como Juan el Bautista, hagamos nuevas todas las cosas con la ayuda del Señor. El Señor nos confió esta tarea. Al final del Evangelio de hoy, San Juan afirma que él no es digno de amarrar las sandalias del Señor y que El vendría y bautizaría a todos con el espíritu Santo. Juan hizo su parte, bautizó con agua pero nosotros necesitamos ir en búsqueda del derramamiento del Espíritu Santo para que preparemos los caminos del Señor.
Tuve la gracia de conocer a un pastor evangélico que recibió el sobrenombre cariñoso de “Mister Pentecostés” porque a donde él iba, hablaba de los dones del Espíritu Santo e instigaba a las personas a rezar en lenguas. El era tan importante que el Papa Juan XXIII lo invitó a participar del Concilio Vaticano II. Tú también necesitas ser “Mister Pentecostés” y no solo tener, sino cultivar la gracia del Bautizo en el Espíritu Santo. El bautizo es como una flor que necesita ser cultivada, el Señor quiere que lo cultives, principalmente por el uso de los dones del Espíritu.
Sus dones no son para pocos, son para todos. El cristiano que realiza el Evangelio en su vida necesita cultivar los dones, debe utilizarlos. Todos los días yo oro en lenguas por la mañana y en la tarde. No hago más que mi obligación, es una necesidad, necesito regar la plantita para que no muera. La oración en lenguas es como agua que se echa sobre la plantita del Bautizo en el Espíritu Santo. Pide: “Bautízame Señor en tu Espíritu Santo”.
“Caminad en mis caminos y no vos desviéis, el mundo es voraz y está a vuestro acecho. Caminai en mis caminos, vos protejo en mi corazón. Vos amo, no quiero perderlos. Caminad en mis caminos” (Palabra de profecía dada a Monsenhor Jonas al final de esta homilia)
Monseñor Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Prédica durante el Hosana 2014
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Prédica durante el Hosana 2014
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