El fin de año nos puede traer sentimientos que nos llevan a un estado depresivo
“No pude adelgazar los 5 kg que tenía como meta al inicio del año!, “no pasé la maestría, hice todo lo que pude pero aún así no lo alcancé!, “terminé una relación de 5 años”, “no viajé a donde había planeado”
Fin de año es un tiempo en el cual, queriendo o no, somos sometidos a innumerables balances y evaluaciones. Los comercios cierran para hacer balances, las empresas lo hacen para “evaluar desempeños”, los cursos universitarios se concentran en sus procesos de selección, en la tv tenemos innumerables retrospectivas, hasta el facebook e instagram nos invitan a hacer una retrospectiva del año que pasó.
Estimado, no hay como huir, pues el universo conspira “contra ti”. Detenerse un poco para percibir lo que viviste, es un hecho con el cual necesitas saber lidiar.
Te debes estar preguntando ¿Por qué él comenzó este texto con situaciones de fracaso? hechos que seguramente, no agradan a quienes lo vivieron en su propia piel? Yo esperaba cinco tips para vivir bien el momento de fin de año.
Si, lo hice apropósito pues el error no está en evaluarnos o en hacer nuestros balances sino en cómo los hacemos, pues la primera acción que tenemos es de super valorizar lo que no salió como queríamos. Lamentablemente nuestro cerebro tiene una atracción por lo negativo y con esa atracción surgen sentimientos de culpa, remordimientos, auto condenación, etc, los que si no son bien administrados, nos pueden paralizar e impedir tener una vida más plena y feliz.
El fin de año nos puede traer sentimientos que nos llevan a un estado depresivo y nos dejan, sin muchas ganas de vivir la novedad que vendrá (recordando que para diagnosticar una depresión el psiquiatra o psicólogo necesita considerar varios factores como el tiempo de duración, la frecuencia y la gravedad del estado emocional).
Mi hermana, por ejemplo, me dijo recientemente: “Adriano, mi vida profesional no fue muy buena, intenté hacer esto y lo otro, pero parece que nada funcionó”. Sí, de hecho, es algo que angustia, pero al mismo tiempo, ella está comenzando un nuevo negocio, está trabajando con la ciudad, ya tiene varios clientes y está caminando super bien. Yo le dije “Mira que genial, estás comenzando algo nuevo y prometedor, tal vez lo que querías no estaba en los planes de Dios pero con tu garra, esto que estás iniciando puede estar en Sus planes. Entonces, lánzate a lo nuevo”.
La situación que presenté arriba necesita ser una intuición para nosotros, o sea, no podemos quedarnos en ese estado depresivo que nos acusa en todo momento. Nada de fijar los ojos en lo que no funcionó, ni quedarse rumiando los acontecimientos y después colocar hacia afuera la amargura, acidez, auto-victimismo, porque eso no funciona, no nos hace bien!
Entonces, veamos unos tips que nos pueden ayudar en este momento de New Year’s blues. En inglés, este término es usado para referirse a la tristeza que llega a fin de año.
* Pregúntate: ¿Para qué? y no ¿Por qué yo? El “¿por qué yo?” nos coloca en la situación de quedarnos mirando nuestro ombligo y así tenemos una visión limitada de los hechos y de los acontecimientos. El “para qué” nos coloca en una posición de mirar la situación y actuar sobre ella, la usa a nuestro favor.
* Cambio en acción: Si al hacer el balance llegamos a la conclusión de que debemos cambiar alguna cosa, hagamos primero un firme compromiso con nosotros mismos y nuestras potencialidades. No nos paralicemos, establezcamos metas.
* Sé específico: Cuando hacemos una revisión de vida miramos de forma global pero es necesario que seamos específicos en lo que fue vivido, dando el peso correcto a cada cosa. A veces tenemos problemas financieros y ya estamos diciendo: “soy un fracasado”, “no hay forma”. Calma, no es así. Peso correcto, medida correcta.
* Examina tus expectativas: ¿Son reales o ilusorias? ¡Seamos sinceros! A veces ganamos lo suficiente para comprar un carro popular, pero ya colocamos como meta comprar un Mercedes cero kilómetro. No quiero “echar un balde de agua fría” en ti, pero es mejor dividir los objetivos en etapas que dar un salto más grande que la pierna.
* Sueña los sueños de Dios: Todo lo que dije arriba solo tendrá sentido si la primera postura asumida es: “esto está dentro de la voluntad de Dios para mi?. Sin esto, nada funciona, no hay como ser plenamente feliz. No que Dios quiera manipularnos y hacer las cosas a su forma, sino que por conocernos tan bien, sabe lo que tu corazón desea realmente.
En fin, miremos hacia adelante y hacia lo que vendrá. Sepamos lo que no se puede cambiar y usémoslo a nuestro favor para cambiar nuestra forma de encarar la vida, pues un nuevo tiempo está comenzando!
¡Estamos juntos!
Adriano Gonçalves
Misionero de la Comunidad Canción Nueva
Misionero de la Comunidad Canción Nueva
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