Jesús dijo a Nicodemo: 'Ustedes tienen que renacer de lo alto'. El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu". "¿Cómo es posible todo esto?", le volvió a preguntar Nicodemo. Jesús le respondió: "¿Tú, que eres maestro en Israel, no sabes estas cosas? Te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio. Si no creen cuando les hablo de las cosas de la tierra, ¿cómo creerán cuando les hable de las cosas del cielo? Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo. De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan Vida eterna.
RESONAR DE LA PALABRA
José Luis Latorre, cmf
Queridos/as amigos/as:
En este clima de la Pascua qué hermoso y reconfortante es leer los textos que nos cuentan cómo vivía la primera comunidad cristiana. Volver a nuestras raíces siempre nos estimula y espolea.
Juan le dice a Nicodemo, discípulo anónimo, “hay que nacer de nuevo para entrar en el Reino de Dios”. Este nuevo nacimiento no es sólo un cambio de dirección o conversión, sino un ser y hacer algo nuevo, es decir, aceptar en la fe el proyecto vital de Jesús, la enseñanza y la vida del Maestro de Nazaret. Hay que entrar en la escuela del discipulado y permanecer siempre en ella hasta que Jesús viva en nosotros y nosotros en él. Y eso sólo es posible por la acción del Espíritu que sopla (actúa) donde quiere y como quiere.
El libro de los Hechos nos describe cómo vivía la primera comunidad cristiana la fe en Jesús Resucitado –el nacer de nuevo-. En el texto de hoy Lucas describe “la comunicación de bienes” en tres afirmaciones sorprendentes: a) tenían una sola alma y un solo corazón; b) nadie consideraba sus bienes como propios; c) no había entre ellos ningún necesitado. ¿Por qué esta radicalidad? En la comunidad había muchos pobres y la comunidad respondió a las necesidades de éstos de un modo heroico. Esta forma de proceder es un ejemplo que nos cuestiona a los creyentes de hoy para que construyamos otro tipo de sociedad más justa y equitativa, y para que demos a nuestros bienes un sentido más cristiano, solidario y fraternal. Pablo dice que “hay que equilibrar”.
Las palabras de Lucas son ejemplo, llamada, denuncia, aguijón y condena evangélica a la forma de vivir la fe de muchos cristianos que nos contentamos con cumplir unas prácticas religiosas y nos duele el bolsillo a la hora de compartir y desprendernos de los bienes que poseemos. Santiago dice que “una fe sin obras es una fe muerta”.
Fuente Comentario publicado por Portal Ciudad Redonda
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